La selección española comienza en Saint-Denis una nueva etapa, concluida la más exitosa de su historia con la retirada de la Roja de referentes como Xavi Hernández, David Villa y Xabi Alonso, con un cambio de imagen que tendrá un exigente estreno, la Francia mundialista de buen gusto futbolístico.
El fracaso estrepitoso de España en el Mundial de Brasil fue el punto y final a la 'generación de oro' del fútbol español. Ahora, sin futbolistas que se van siendo leyendas e iconos de un estilo, el mismo seleccionador, Vicente del Bosque, encara una transición que la inicia con el cambio de ocho nombres en su primera aparición.
Sin jugadores que anunciaron el fin de su etapa internacional -Xavi, Villa, Xabi Alonso, Arbeloa-, con otros lesionados -Andrés Iniesta, Thiago Alcántara, Javi Martínez, Álvaro Negredo- y Gerard Piqué pidiendo no ser llamado por Del Bosque, el seleccionador tiene el reto de introducir numerosas novedades en una revolución que no afecte al estilo de juego.
Vuelven para quedarse Ander Iturraspe, Marc Bartra e Isco Alarcón, y aspiran a disputar sus primeros minutos como internacionales absolutos el portero Kiko Casilla, Dani Carvajal, Mikel San José, Raúl García y Paco Alcácer.
La idea de Del Bosque es probar en París para afrontar con un equipo de garantías y el máximo número posible de jugadores que ya conocen la selección, el primer partido de clasificación a la Eurocopa 2018, que el lunes disputa ante Macedonia en Valencia.
La Bestia Negra
Mientras, la selección francesa abre la temporada ante un rival difícil, uno de los más grandes a los que se medirá en los dos próximos años en los que los hombres de Didier Deschamps, clasificados de oficio para la Eurocopa de 2016 en su calidad de anfitriones, solo disputarán amistosos.
Para el primero, el seleccionador quiso rendir homenaje a los hombres que jugaron el pasado Mundial, en el que Francia mejoró la imagen que había venido mostrando en los duelos anteriores a la cita mundialista antes de caer en cuartos de final contra la potente Alemania que acabó campeona.
No parece que en los próximos meses Deschamps vaya a revolucionar su equipo, satisfecho como está del Mundial que se hizo en el que, asegura, "faltó experiencia". Para lograrla, tiene previsto confiar en la misma columna vertebral, en la que destacan dos madridistas, Raphael Varane y Karim Benzema, y en la que el atlético Antoine Griezmann parece llamado a ocupar el puesto dejado por Frank Ribéry, quien anunció el final de su carrera internacional.
El primer duelo contra España servirá para conocer si el espíritu de unidad nacido en Brasil se mantiene. Aunque en Francia saben que estos primeros partidos de la nueva España son una buena forma de quitarse de encima la maldición que arrastran contra "la Roja", que viene siendo en los últimos tiempos su 'bestia negra'.
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