El guardameta italiano Gianluigi Buffon cobrará esta temporada 410.000 euros netos al mes, o lo que es lo mismo, unos 4,92 millones de euros al año en el París Saint-Germain, desvela este lunes el diario deportivo francés "L'Équipe".
Buffon, histórico jugador del Juventus de Turín y de la selección italiana, con la que conquistó el Mundial en 2006, percibirá un salario "a la altura de su prestigio y popularidad" como nuevo jugador del equipo parisino para la presente temporada, agrega el rotativo.
El tres veces finalista de la Liga de Campeones (2003, 2015 y 2017) firmó este verano, a sus 40 años, un contrato por un año más otro opcional con el PSG, que no tuvo que pagar indemnización de traspaso ya que llegó libre.
Después de su dilatada carrera en el Juventus (17 años), su llegada como agente libre facilitó a la dirección del PSG cierta "generosidad" en su salario, según el medio.
En su presentación del pasado 9 de julio afirmaba sentirse "con el entusiasmo de un joven" y tener "una energía particular" que achacó tanto al esfuerzo que el club francés había realizado por él, al ambiente de París y al cariño de los hinchas.
El arquero, considerado como uno de los mejores de la historia, no tiene su titularidad garantizada al frente de la portería del club, pero sí cuenta con un salario netamente superior a sus dos competidores por el puesto: el francés Alphonse Areola y el alemán Kevin Trapp.
Control financiero de la UEFA inspecciona las cuentas de cuadro parisino que deberá determinar si sanciona a la entidad que el pasado verano invirtió más de 400 millones de euros en fichajes.
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lunes, 23 de julio de 2018
sábado, 21 de julio de 2018
Deschamps pide el Balón de Oro para un francés
El seleccionador francés, Didier Deschamps, considera que el Balón de Oro debe recaer en uno de los 23 jugadores que bajo su dirección se proclamaron campeones del mundo en Rusia, aunque no se decanta por ninguno en concreto.
"Espero que un francés gane el Balón de Oro, sería algo bueno", afirmó el seleccionador en una entrevista que este sábado publica el diario "L'Équipe".
Deschamps es consciente de que el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo "por lo que representan", "siempre están ahí" y que tras ellos llega el brasileño Neymar.
Pero agrega que sus jugadores merecerían el galardón "por lo que han hecho en el Mundial y porque lo han ganado", aunque rechaza desvelar su preferido
"Espero que un francés gane el Balón de Oro, sería algo bueno", afirmó el seleccionador en una entrevista que este sábado publica el diario "L'Équipe".
Deschamps es consciente de que el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo "por lo que representan", "siempre están ahí" y que tras ellos llega el brasileño Neymar.
Pero agrega que sus jugadores merecerían el galardón "por lo que han hecho en el Mundial y porque lo han ganado", aunque rechaza desvelar su preferido
viernes, 20 de julio de 2018
Deschamps se queda hasta 2020
Le Graët dijo que Didier Deschamps continuará como seleccionador nacional hasta 2020, en función al contrato firmado. “Didier estará hasta 2020. Yo mismo estaré hasta 2020”, afirmó Le Graët al ser preguntado sobre los rumores de una posible sustitución del entrenador.
Antes del Mundial, en Francia había dudas sobre el trabajo de Deschamps después del tropiezo en la Eurocopa 2016.
Por otro lado, Le Graët se refirió a la posible llegada al banquillo de Zinedine Zidane, quien fue relacionado tras abandonar el Real Madrid a principios de verano: “No ha habido voluntad de su parte, manifestada por él, de entrenar a la selección”, recalcó el dirigente.
Le Graët destacó la figura de Didier Deschamps tras el éxito logrado en Francia. Subrayó que “es un hombre que trabaja” y no deja espacio “a la improvisación”. También, sobre el Mundial, dijo del equipo de Francia que al final “se había hecho casi invencible”. /Agencias
Antes del Mundial, en Francia había dudas sobre el trabajo de Deschamps después del tropiezo en la Eurocopa 2016.
Por otro lado, Le Graët se refirió a la posible llegada al banquillo de Zinedine Zidane, quien fue relacionado tras abandonar el Real Madrid a principios de verano: “No ha habido voluntad de su parte, manifestada por él, de entrenar a la selección”, recalcó el dirigente.
Le Graët destacó la figura de Didier Deschamps tras el éxito logrado en Francia. Subrayó que “es un hombre que trabaja” y no deja espacio “a la improvisación”. También, sobre el Mundial, dijo del equipo de Francia que al final “se había hecho casi invencible”. /Agencias
Neymar rompe el silencio y confirma que seguirá en PSG
Neymar anunció ayer, en su primera aparición pública desde el Mundial, que continuará en el PSG, y que su relación con el club francés está “bien”.
“Fui allí por un desafío, por tener cosas nuevas y por la búsqueda de objetivos. No cambió nada en mi cabeza”, dijo Neymar a FoxSports en Sao Paulo, con lo que despejó los rumores sobre su posible fichaje por el Real Madrid.
“Fui allí por un desafío, por tener cosas nuevas y por la búsqueda de objetivos. No cambió nada en mi cabeza”, dijo Neymar a FoxSports en Sao Paulo, con lo que despejó los rumores sobre su posible fichaje por el Real Madrid.
miércoles, 18 de julio de 2018
Advierten con un juicio a Maduro por declaración
El diputado francés Jean-Christophe Lagarde, presidente del partido centrista Unión de los Demócratas e Independientes (UDI), anunció ayer que denunciará al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por incitación al odio racial. “Ganó el equipo de Francia, aunque parecía el equipo de África. Ganó África realmente, los inmigrantes africanos que han llegado a Francia”, dijo el lunes Maduro.
Mbappé donará $us 350.000 de su prima
El astro francés Kylian Mbappé donará su bono del Mundial a una asociación que inculca el deporte en la vida de niños hospitalizados.
El director de Premiers de Cordee, Sebastien Ruffin, dijo que se le informó dos semanas antes de que Francia ganara la Copa del Mundo que Mbappé daría a la organización su prima si el equipo clasificaba a cuartos de final.
El presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noel Le Graet, confirmó el Journal du Dimanche que otras organizaciones también se beneficiarían de la generosidad del atacante de 19 años de edad - "alrededor de 300.000 euros (350.000 dólares)".
Mbappé es mentor de varios niños, y Ruffin dijo que el atacante tiene "muy buen contacto" con ellos. "A veces creo que él se divierte más jugando con los niños que ellos".
Cientos de miles de emocionados hinchas franceses celebraron la llegada al país de la selección campeona del mundo, que se paseó por los Campos Elíseos mostrando el trofeo a sus seguidores antes de ser recibida por el presidente Emmanuel Macron.
El director de Premiers de Cordee, Sebastien Ruffin, dijo que se le informó dos semanas antes de que Francia ganara la Copa del Mundo que Mbappé daría a la organización su prima si el equipo clasificaba a cuartos de final.
El presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noel Le Graet, confirmó el Journal du Dimanche que otras organizaciones también se beneficiarían de la generosidad del atacante de 19 años de edad - "alrededor de 300.000 euros (350.000 dólares)".
Mbappé es mentor de varios niños, y Ruffin dijo que el atacante tiene "muy buen contacto" con ellos. "A veces creo que él se divierte más jugando con los niños que ellos".
Cientos de miles de emocionados hinchas franceses celebraron la llegada al país de la selección campeona del mundo, que se paseó por los Campos Elíseos mostrando el trofeo a sus seguidores antes de ser recibida por el presidente Emmanuel Macron.
lunes, 16 de julio de 2018
“Ganar un Mundial es algo gigante”
El atacante francés Antoine Griezmann, elegido mejor jugador de la final ante la selección croata, afirmó que ganar el Mundial “es algo gigante” y se mostró “muy orgulloso” de sus compañeros y de todos los miembros del cuerpo técnico.
“Todavía es demasiado pronto como para decir qué significa todo esto, pero ganar un Mundial es algo gigante. Me siento muy orgulloso de los jugadores, del entrenador, del cuerpo técnico y del resto del equipo. Somos un grupo unido y nuestra fuerza es increíble. Hoy (por ayer) hicimos historia”, dijo el delantero del Atlético de Madrid, goleador en el triunfo (4-2) ante el combinado de Croacia.
‘Grizi’ valoró al colectivo como “lo más importante” en la victoria del equipo ‘bleu’. “Lo hemos visto en este Mundial. Cuando estás unido todo funciona y a mi lado tengo compañeros que son extraordinarios. ”, indicó el el jugador de la camiseta ‘7’. EFE
“Todavía es demasiado pronto como para decir qué significa todo esto, pero ganar un Mundial es algo gigante. Me siento muy orgulloso de los jugadores, del entrenador, del cuerpo técnico y del resto del equipo. Somos un grupo unido y nuestra fuerza es increíble. Hoy (por ayer) hicimos historia”, dijo el delantero del Atlético de Madrid, goleador en el triunfo (4-2) ante el combinado de Croacia.
‘Grizi’ valoró al colectivo como “lo más importante” en la victoria del equipo ‘bleu’. “Lo hemos visto en este Mundial. Cuando estás unido todo funciona y a mi lado tengo compañeros que son extraordinarios. ”, indicó el el jugador de la camiseta ‘7’. EFE
Deschamps: “Estamos en el techo del mundo”
El seleccionador francés, Didier Deschamps, consideró que la coronación mundialista de la escuadra ‘bleu’ es “merecida” y felicitó a sus jugadores por haber conseguido tocar “el techo del mundo”, donde permanecerán “los cuatro próximos años”.
En declaraciones a TF1, el técnico de Bayona aseguró que el momento del fútbol galo es “hermoso y maravilloso”, destacó que algunos de sus pupilos son “campeones del mundo a los 19 años” y reconoció que la derrota en la final de la Eurocopa en 2016 sirvió como estímulo.
“No hicimos un gran juego, pero mostramos cualidades mentales y logramos cuatro goles. Este triunfo es merecido. No siempre fue fácil, pero a fuerza de trabajo estamos aquí”, dijo Deschamps.
Campeón del mundo en 1998 como futbolista y en 2018 como seleccionador, Deschamps afirmó que este momento pertenece solo “a los jugadores”. “Estarán en el techo del mundo durante cuatro años después de haber trabajado muchísimo durante 55 días. Esta final es la coronación suprema”, sentenció.
El extécnico de Mónaco, Juventus y Olympique de Marsella, enrolado a la selección ‘bleu’ desde 2012, consiguió el título más importante de su carrera como entrenador. Tenía el subcampeonato de la Liga de Campeones de 2004 con la escuadra monegasca como logro más reseñable; ahora luce en su palmarés un Campeonato del Mundo.
En realidad, dos. Porque él recogió, como capitán, la primera copa dorada del fútbol francés una tarde de julio de 1998. Dos décadas después de aquella victoria comandada por Zinedine Zidane y remachada por Emmanuel Petit su nombre volvió a abrazar la historia.
Como Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, Deschamps es campeón del mundo en el césped y en el banquillo. Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé rubricaron la hazaña en Luzhniki. Antes del inicio del certamen, coincidiendo con la renuncia Zidane a seguir en el Real Madrid, alguno sugería el próximo relevo.
EFE
En declaraciones a TF1, el técnico de Bayona aseguró que el momento del fútbol galo es “hermoso y maravilloso”, destacó que algunos de sus pupilos son “campeones del mundo a los 19 años” y reconoció que la derrota en la final de la Eurocopa en 2016 sirvió como estímulo.
“No hicimos un gran juego, pero mostramos cualidades mentales y logramos cuatro goles. Este triunfo es merecido. No siempre fue fácil, pero a fuerza de trabajo estamos aquí”, dijo Deschamps.
Campeón del mundo en 1998 como futbolista y en 2018 como seleccionador, Deschamps afirmó que este momento pertenece solo “a los jugadores”. “Estarán en el techo del mundo durante cuatro años después de haber trabajado muchísimo durante 55 días. Esta final es la coronación suprema”, sentenció.
El extécnico de Mónaco, Juventus y Olympique de Marsella, enrolado a la selección ‘bleu’ desde 2012, consiguió el título más importante de su carrera como entrenador. Tenía el subcampeonato de la Liga de Campeones de 2004 con la escuadra monegasca como logro más reseñable; ahora luce en su palmarés un Campeonato del Mundo.
En realidad, dos. Porque él recogió, como capitán, la primera copa dorada del fútbol francés una tarde de julio de 1998. Dos décadas después de aquella victoria comandada por Zinedine Zidane y remachada por Emmanuel Petit su nombre volvió a abrazar la historia.
Como Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, Deschamps es campeón del mundo en el césped y en el banquillo. Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé rubricaron la hazaña en Luzhniki. Antes del inicio del certamen, coincidiendo con la renuncia Zidane a seguir en el Real Madrid, alguno sugería el próximo relevo.
EFE
Nadie más que Deschamps
El 12 de julio de 1998, Didier Deschamps capitaneó el primer éxito mundialista del equipo de Francia. 20 años y tres días más tarde, ya como seleccionador, dirigió brillantemente la segunda conquista gala para cerrar un círculo que sólo otros dos hombres en la historia del fútbol lograron trazar.
El brasileño Mario Zagallo, dos veces campeón del mundo como jugador (1958 y 1962), guió a la “Canarinha” desde el banquillo en México 1970. El alemán Franz Beckenbauer, triunfó en 1974 y 1990.
Dos décadas separan los momentos más culminantes en la carrera del Deschamps futbolista y entrenador, presente en las finales de Saint-Denis y de Moscú, en 1998 y 2018.
Esas son dos ciudades imborrables en la memoria del preparador de Bayona, de 49 años; también de todo aficionado “bleu”, ya entregado inexorablemente a la figura de Didier, con contrato hasta 2020.
La copa era una exigencia para él después de la Eurocopa de 2016. La selección anfitriona falló en el Estadio de Francia, en la última ronda. Cedió por 1-0 ante el combinado de Portugal, dado un gol de Éder en el minuto 109 de la prórroga.
Entonces Deschamps no supo corregir la euforia que en el vestuario desató el triunfo en semifinales ante la anterior campeona del mundo, Alemania.
Asumió su error y, con un equipo notablemente remozado –repiten en la convocatoria mundialista solo nueve jugadores–, pidió a sus pupilos “calma”, “concentración” y “confianza”.
El ex técnico de Mónaco, Juventus y Olympique de Marsella, enrolado a la selección ‘bleu’ desde 2012, consiguió el título más importante de su carrera como entrenador.
Tenía el subcampeonato de la Liga de Campeones de 2004 con la escuadra monegasca como logro más reseñable; ahora luce en su palmarés un Campeonato del Mundo.
En realidad, dos. Porque él recogió, como capitán, la primera copa dorada del fútbol francés una tarde de julio de 1998. Dos décadas después de aquella victoria comandada por Zinedine Zidane y remachada por Emmanuel Petit su nombre volvió a abrazar la historia.
Francia, 20 años después...
EL DATO
Tras la final de 1998, Francia había perdido la del Mundial 2006 ante Italia.
A la próxima remesa de camisetas “bleus”, la multinacional Nike deberá incorporar una segunda estrella que distinga a la selección francesa como bicampeona del mundo.
Es una condecoración merecida por el plantel que dirige Didier Deschamps, tras coronar un Mundial excelso con un postrero triunfo (4-2) ante el combinado de Croacia.
Ayer, en el estadio Luzhniki, los galos encontraron el triunfo que perseguían desde 1998. Con el técnico de Bayona como hilo conductor –capitán del grupo entonces, en Rusia ejerció como seleccionador–, el joven plantel replicó aquello que 20 años atrás había funcionado bajo la dirección de Aimé Jacquet.
Fabien Barthez tiene su contestación en Hugo Lloris, del mismo modo que Lilian Thuram en Benjamin Pavard. Los Laurent Blanc y Marcel Desailly de antaño son los Raphael Varane y Samuel Umtiti de ahora. Stéphane Guivarc’h, cuestionado como “9” en 1998, se mantuvo en el equipo titular. Como Olivier Giroud, a pesar de su desacierto.
La velocidad y plasticidad de un juvenil Thierry Henry se asemeja sobremanera a la propuesta de Kylian Mbappé. Y, a imagen de Zinedine Zidane, Antoine Griezmann se consagró en el escenario más imponente.
En la concentración del equipo muchos se refirieron al “7” galo como “Grizou” aunque el atacante del Atlético de Madrid prefiere como apelativo ‘Grizi’. Antoine, en todo caso, se coronó campeón del mundo con 27 años, uno más que los que contaba en la época el talentoso ex jugador del Juventus.
Según explicó Laurent Blanc en declaraciones a FIFA.com, aquel equipo basó su éxito en tres palabras: trabajo, alegría y victoria. Didier Deschamps eligió en la antesala de la final otro tridente. “Debemos jugar con serenidad, confianza y concentración”, subrayó.
La tarea del técnico de Bayona fue especialmente metódica desde la dolorosa derrota encajada en la final de la Eurocopa de 2016.
En dos años modificó 14 de las 23 piezas del equipo para presentarse en Rusia con una plantilla ilusionante, por talento y media de edad.
Deschamps “creó un equipo a su propia imagen”, explicó Blaise Matuidi, titular en la final ante Croacia. “Ha tratado de recrear su glorioso pasado como jugador y ha funcionado. No es casualidad”, agregó.
Él es uno de los jugadores que mejor ejemplifica la fuerza y potencia física de esta escuadra francesa, capaz de batirse cuerpo a cuerpo con Argentina, Uruguay y Bélgica, con un derroche que trasladó a los seguidores hasta 1998.
“Nuestra preparación física fue prácticamente perfecta. Crecimos a lo largo del certamen y llegamos al último partido en un estado de forma óptimo. Creo que en el duelo final, ante Brasil (3-0), físicamente fuimos superiores”, convino Laurent Blanc.
El alborozo resonó en aquel vestuario tras el definitivo duelo en Saint-Denis. En el del estadio de Luzhniki explotó tras la sexta victoria en siete partidos (empataron ante Dinamarca, en el tercer compromiso de la fase de grupos).
Hasta ese momento la dicha fue comedida, pero tras la victoria ante el conjunto croata la satisfacción derivó en euforia. Francia volvió a gritar al mundo que es campeona.
CIFRA
26 años y 11 días es el promedio de edad de Francia. Es la cuarta selección con menos años en coronarse campeona.
La fiesta acabó mal
EL DATO
El festejo continúa hoy
Los campeones llegarán hoy a París, desfilarán en autobús por los Campos Elíseos y, después, se reunirán con el presidente Emmanuel Macron.
Las fuerzas del orden tuvieron que intervenir anoche en varias ciudades de Francia en el marco de las celebraciones por la victoria de su selección en el Mundial de fútbol de Rusia, tras los destrozos de diversos grupos de alborotadores.
En París, uno de los comercios de los Campos Elíseos, Publicis, sufrió enormes destrozos después de que una treintena de individuos encapuchados entrara con botellas de alcohol y rompiera buena parte de las instalaciones, según atestiguan numerosas fotografías en redes sociales.
Según el canal BFMTV, agentes antidisturbios frenaron al grupúsculo unos quince minutos después de los hechos usando gases lacrimógenos y procedieron a evacuar esa zona de la avenida, cercana al Arco del Triunfo.
En paralelo, varios videos en Twitter mostraban a encapuchados rompiendo cristales en tiendas y escaparates, hasta la llegada de las fuerzas del orden.
En Annecy (sureste), un hombre de 50 años perdió la vida tras saltar a un canal, informó el diario regional Le Dauphiné Libéré, que aseguró que la víctima murió tras resultar gravemente herido en la nuca.
En Nancy (norte), otro hombre resultó herido tras caer de una camioneta sobre la que festejaba la victoria de su equipo.
Además, los enfrentamientos con la Policía se sucedieron en otros puntos del país como Beauvais (norte) y Lyon (este), donde las autoridades también tuvieron que dispersar al público después de que algunos intentaran montar en sus vehículos.
Las autoridades movilizaron este fin de semana a 63.500 policías y 46.500 gendarmes, 44.000 bomberos, 143 unidades de antidisturbios y otros cuerpos de intervención especial y la prefectura de Policía anunció que las medidas se reforzarán hoy, lunes, cuando continuarán los festejos tras la llegada de los “Bleus”.
La selección de Francia se impuso ayer por 4-2 a la de Croacia en la final del Mundial de Rusia 2018, con lo que sumó su segunda estrella mundialista en la historia tras el triunfo en 1998. Antes de los disturbios, todo era una fiesta en los Campos Elíseos, donde se concentraron miles de personas.
Llegan disturbios en Francia por la celebracion del título
Las fuerzas del orden tuvieron que intervenir la noche de ayer en varias ciudades de Francia en el marco de las celebraciones por la victoria de su selección en el Mundial de Fútbol de Rusia, tras los destrozos de diversos grupos de alborotadores.
En París, uno de los comercios de los Campos Elíseos, Publicis, sufrió enormes destrozos después de que una treintena de individuos encapuchados entró con botellas de alcohol y rompió buena parte de las instalaciones, según atestiguan numerosas fotografías en redes sociales.
Según el canal BFMTV, agentes antidisturbios frenaron al grupúsculo unos 15 minutos después de los hechos usando gases lacrimógenos y procedieron a evacuar esa zona de la avenida.
En paralelo, varios vídeos en Twitter mostraban a encapuchados rompiendo cristales en tiendas y escaparates, hasta la llegada de las fuerzas del orden.
En Annecy (sureste), un hombre de 50 años perdió la vida tras saltar a un canal, informó el diario regional Le Dauphiné Libéré, que aseguró que la víctima murió tras resultar gravemente herido en la nuca.
En París, uno de los comercios de los Campos Elíseos, Publicis, sufrió enormes destrozos después de que una treintena de individuos encapuchados entró con botellas de alcohol y rompió buena parte de las instalaciones, según atestiguan numerosas fotografías en redes sociales.
Según el canal BFMTV, agentes antidisturbios frenaron al grupúsculo unos 15 minutos después de los hechos usando gases lacrimógenos y procedieron a evacuar esa zona de la avenida.
En paralelo, varios vídeos en Twitter mostraban a encapuchados rompiendo cristales en tiendas y escaparates, hasta la llegada de las fuerzas del orden.
En Annecy (sureste), un hombre de 50 años perdió la vida tras saltar a un canal, informó el diario regional Le Dauphiné Libéré, que aseguró que la víctima murió tras resultar gravemente herido en la nuca.
domingo, 15 de julio de 2018
Deschamps, capitán y entrenador de éxito
El 12 de julio de 1998, Didier Deschamps capitaneó el primer éxito mundialista del equipo de Francia. Veinte años y tres días más tarde, ya como seleccionador, dirigió brillantemente la segunda conquista gala para cerrar un círculo que solo otros dos hombres en la historia del fútbol lograron trazar.
El brasileño Mario Zagallo, dos veces campeón del mundo como jugador (1958 y 1962), guió a la 'Canarinha' desde el banquillo en México 1970. El alemán Franz Beckenbauer, triunfó en 1974 y 1990.
Dos décadas separan los momentos más culminantes en la carrera del Deschamps futbolista y entrenador, presente en las finales de Saint-Denis y de Moscú, en 1998 y 2018.
Esas son dos ciudades imborrables en la memoria del preparador de Bayona, de 49 años; también de todo aficionado 'bleu', ya entregado inexorablemente a la figura de Didier, con contrato hasta 2020.
Antes del inicio del certamen, coincidiendo con la renuncia de Zinedine Zidane a seguir en el Real Madrid, alguno sugería el próximo relevo. Clausurado el Mundial con el trofeo, parece postergado ese debate.
La copa era una exigencia para él después de la Eurocopa de 2016. La selección anfitriona falló en el Estadio de Francia, en la última ronda. Cedió por 1-0 ante el combinado de Portugal, dado un gol de Éder en el minuto 109 de la prórroga.
Entonces Didier Deschamps no supo corregir la euforia que en el vestuario desató el triunfo en semifinales ante la anterior campeona del mundo, Alemania.
Asumió su error y, con un equipo notablemente remozado -repiten en la convocatoria mundialista solo 9 jugadores-, pidió a sus pupilos "calma", "concentración" y "confianza". Con ese ánimo compitió el bloque capitaneado por Hugo Lloris ante los Vatreni, solo derrotados en la final de un Mundial excelso para ellos, pero especialmente primoroso - aun sin exhibir una versión vistosa- para los 23 muchachos citados por Didier Deschamps.
El extécnico de Mónaco, Juventus y Olympique de Marsella, enrolado a la selección 'bleu' desde 2012, consiguió el título más importante de su carrera como entrenador.
Tenía el subcampeonato de la Liga de Campeones de 2004 con la escuadra monegasca como logro más reseñable; ahora luce en su palmarés un Campeonato del Mundo.
En realidad, dos. Porque él recogió, como capitán, la primera copa dorada del fútbol francés una tarde de julio de 1998. Dos décadas después de aquella victoria comandada por Zinedine Zidane y remachada por Emmanuel Petit su nombre volvió a abrazar la historia.
Como Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, Didier Deschamps es campeón del mundo en el césped y en el banquillo. Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé rubricaron la hazaña en Luzhniki.
El brasileño Mario Zagallo, dos veces campeón del mundo como jugador (1958 y 1962), guió a la 'Canarinha' desde el banquillo en México 1970. El alemán Franz Beckenbauer, triunfó en 1974 y 1990.
Dos décadas separan los momentos más culminantes en la carrera del Deschamps futbolista y entrenador, presente en las finales de Saint-Denis y de Moscú, en 1998 y 2018.
Esas son dos ciudades imborrables en la memoria del preparador de Bayona, de 49 años; también de todo aficionado 'bleu', ya entregado inexorablemente a la figura de Didier, con contrato hasta 2020.
Antes del inicio del certamen, coincidiendo con la renuncia de Zinedine Zidane a seguir en el Real Madrid, alguno sugería el próximo relevo. Clausurado el Mundial con el trofeo, parece postergado ese debate.
La copa era una exigencia para él después de la Eurocopa de 2016. La selección anfitriona falló en el Estadio de Francia, en la última ronda. Cedió por 1-0 ante el combinado de Portugal, dado un gol de Éder en el minuto 109 de la prórroga.
Entonces Didier Deschamps no supo corregir la euforia que en el vestuario desató el triunfo en semifinales ante la anterior campeona del mundo, Alemania.
Asumió su error y, con un equipo notablemente remozado -repiten en la convocatoria mundialista solo 9 jugadores-, pidió a sus pupilos "calma", "concentración" y "confianza". Con ese ánimo compitió el bloque capitaneado por Hugo Lloris ante los Vatreni, solo derrotados en la final de un Mundial excelso para ellos, pero especialmente primoroso - aun sin exhibir una versión vistosa- para los 23 muchachos citados por Didier Deschamps.
El extécnico de Mónaco, Juventus y Olympique de Marsella, enrolado a la selección 'bleu' desde 2012, consiguió el título más importante de su carrera como entrenador.
Tenía el subcampeonato de la Liga de Campeones de 2004 con la escuadra monegasca como logro más reseñable; ahora luce en su palmarés un Campeonato del Mundo.
En realidad, dos. Porque él recogió, como capitán, la primera copa dorada del fútbol francés una tarde de julio de 1998. Dos décadas después de aquella victoria comandada por Zinedine Zidane y remachada por Emmanuel Petit su nombre volvió a abrazar la historia.
Como Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, Didier Deschamps es campeón del mundo en el césped y en el banquillo. Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé rubricaron la hazaña en Luzhniki.
sábado, 14 de julio de 2018
Mbappé: ¿Campeón con 19 años?
Kylian Mbappé no es Pelé y seguramente nunca lo será, pero que haya gente que lo compare en algunas estadísticas con el mito brasileño, que da una muestra del enorme potencial que atesora el futbolista francés a sus 19 años.
Muchas esperanzas del equipo "bleu" en la final del Mundial ante Croacia se concentran en Mbappé, un jugador que disputará en el amanecer de su carrera el partido con el que algunos de los mejores futbolistas de la historia sólo han podido imaginar en sueños. Alfredo di Stéfano, Michel Platini o Cristiano Ronaldo, por ejemplo.
Mbappé es una de las estrellas de Rusia 2018. Lleva tres goles, dos de ellos en octavos ante Argentina –su mejor partido de largo– y está fascinando con su potencia y desparpajo. En el duelo ante la "Albiceleste" se convirtió en el futbolista más joven en marcar un doblete en un partido eliminatorio desde Pelé en 1958.
Ese dato, sumado a la velocidad y a la calidad del francés, dio pie a ciertas comparaciones. Y Pelé, "O Rei", tres veces campeón del mundo, escribió el 30 de junio en Twitter: "Felicitaciones, Mbappé. Dos goles en una Copa del Mundo, tan joven te ubica en buena compañía! Mucha suerte para tus otros partidos. Excepto contra Brasil!".
"Es muy halagador ser el primero desde Pelé, pero hay que poner las cosas en contexto. Pelé es de otra categoría", dijo Mbappé, un jugador que por ahora ha sido capaz de convivir bien con las enormes expectativas que generó.
El delantero del Paris Saint-Germain está considerado un diamante en bruto, el hombre llamado a gobernar el fútbol en la próxima década, cuando Cristiano Ronaldo y Lionel Messi den ese paso al costado que se barrunta y nunca llega. El portugués tiene 33 años y el argentino, 31.
"Se viene un cambio de guardia", indicó el exinternacional alemán Lothar Matthäus en una columna para la agencia DPA. "Si se convierte en campeón del mundo y anota uno o dos goles más, puedo imaginarme que el 24 de septiembre, durante la gala de la FIFA, haya otro ganador que no sea Messi o Cristiano Ronaldo".
NACIÓ EL AÑO EN QUE FRANCIA SE CORONÓ
Hijo de una argelina y un camerunés, Mbappé nació en el suburbio parisino de Bondy el 20 de diciembre de 1998, meses después de que Francia ganara el título mundial en Saint-Dennis.
Debutó en la Ligue 1 antes de cumplir los 17 años y explotó en su primera temporada como profesional en el Mónaco, la 2016/2017. Sus cinco goles en seis partidos de la Liga de Campeones llevaron al Mónaco a unas semifinales que nadie esperaba. Y, por encima de las estadísticas, quedó la sensación de que había una joya.
Muchas esperanzas del equipo "bleu" en la final del Mundial ante Croacia se concentran en Mbappé, un jugador que disputará en el amanecer de su carrera el partido con el que algunos de los mejores futbolistas de la historia sólo han podido imaginar en sueños. Alfredo di Stéfano, Michel Platini o Cristiano Ronaldo, por ejemplo.
Mbappé es una de las estrellas de Rusia 2018. Lleva tres goles, dos de ellos en octavos ante Argentina –su mejor partido de largo– y está fascinando con su potencia y desparpajo. En el duelo ante la "Albiceleste" se convirtió en el futbolista más joven en marcar un doblete en un partido eliminatorio desde Pelé en 1958.
Ese dato, sumado a la velocidad y a la calidad del francés, dio pie a ciertas comparaciones. Y Pelé, "O Rei", tres veces campeón del mundo, escribió el 30 de junio en Twitter: "Felicitaciones, Mbappé. Dos goles en una Copa del Mundo, tan joven te ubica en buena compañía! Mucha suerte para tus otros partidos. Excepto contra Brasil!".
"Es muy halagador ser el primero desde Pelé, pero hay que poner las cosas en contexto. Pelé es de otra categoría", dijo Mbappé, un jugador que por ahora ha sido capaz de convivir bien con las enormes expectativas que generó.
El delantero del Paris Saint-Germain está considerado un diamante en bruto, el hombre llamado a gobernar el fútbol en la próxima década, cuando Cristiano Ronaldo y Lionel Messi den ese paso al costado que se barrunta y nunca llega. El portugués tiene 33 años y el argentino, 31.
"Se viene un cambio de guardia", indicó el exinternacional alemán Lothar Matthäus en una columna para la agencia DPA. "Si se convierte en campeón del mundo y anota uno o dos goles más, puedo imaginarme que el 24 de septiembre, durante la gala de la FIFA, haya otro ganador que no sea Messi o Cristiano Ronaldo".
NACIÓ EL AÑO EN QUE FRANCIA SE CORONÓ
Hijo de una argelina y un camerunés, Mbappé nació en el suburbio parisino de Bondy el 20 de diciembre de 1998, meses después de que Francia ganara el título mundial en Saint-Dennis.
Debutó en la Ligue 1 antes de cumplir los 17 años y explotó en su primera temporada como profesional en el Mónaco, la 2016/2017. Sus cinco goles en seis partidos de la Liga de Campeones llevaron al Mónaco a unas semifinales que nadie esperaba. Y, por encima de las estadísticas, quedó la sensación de que había una joya.
Los puñales inesperados del cuadro francés
Los laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández, insospechados titulares en el once de Didier Deschamps desde el comienzo de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, no tardaron en imponerse como elementos esenciales y decisivos de la selección francesa.
Se esperaba a Djibril Sidibé y Benjamin Mendy por las bandas, pero en su lugar hemos visto a Benjamin Pavard y Lucas Hernández, dos defensas de 22 años prácticamente desconocidos para el gran público francés hace apenas siete meses.
En unos cuantos partidos, estos dos infatigables trabajadores de los carriles tricolores lograron la proeza no solo de consolidarse en el equipo, sino también de confirmar las esperanzas que había depositadas en ambos.
Presentan un perfil similar —edad y complexión física, rigor defensivo y aportación ofensiva— y comparten asimismo la particularidad de haberse dado a conocer en campeonatos extranjeros: la Bundesliga el primero y la liga española el segundo.
Pavard, titular en el Stuttgart, y Hernández, que se ganó el puesto en el Atlético de Madrid tras la lesión del brasileño Filipe Luís, llegaban a Rusia con solo cinco internacionalidades cada uno.
Se esperaba a Djibril Sidibé y Benjamin Mendy por las bandas, pero en su lugar hemos visto a Benjamin Pavard y Lucas Hernández, dos defensas de 22 años prácticamente desconocidos para el gran público francés hace apenas siete meses.
En unos cuantos partidos, estos dos infatigables trabajadores de los carriles tricolores lograron la proeza no solo de consolidarse en el equipo, sino también de confirmar las esperanzas que había depositadas en ambos.
Presentan un perfil similar —edad y complexión física, rigor defensivo y aportación ofensiva— y comparten asimismo la particularidad de haberse dado a conocer en campeonatos extranjeros: la Bundesliga el primero y la liga española el segundo.
Pavard, titular en el Stuttgart, y Hernández, que se ganó el puesto en el Atlético de Madrid tras la lesión del brasileño Filipe Luís, llegaban a Rusia con solo cinco internacionalidades cada uno.
Antoine Griezmann “Quiero el Mundial, el Balón de Oro importa poco”
Antoine Griezmann aseguró que su deseo es “ganar la Mundial” este domingo con la selección francesa y que el Balón de Oro le “importa poco” en la antesala de un partido histórico con la camiseta ‘bleu’.
Dos días antes de disputar la final del Mundial de Rusia ante el combinado de Croacia, Antoine Griezmann valoró el encuentro como “una oportunidad de ganar la Mundial”. “Ganar o no ganar el Balón de Oro importa poco. Quiero ganar la Copa del Mundo y dejaré todo lo que tengo sobre el campo”, dijo el delantero del Atlético de Madrid en una rueda de prensa celebrada este viernes en Istra.
El carismático jugador colchonero se mostró relajado y bromista en la cuenta atrás para el choque en el estadio moscovita de Luzhniki. No está variando sus rutinas: “Juego al Fortnite todo el día, bebo mate, disfruto del fútbol…”, explicó.
Sí dejó patente repetidamente su deseo de “ganar esta copa” para poner un broche dorado a una temporada en la que logró la Liga Europa con su club. “Espero hacer lo mismo que en esa final (metió dos goles al Olympique de Marsella, en un partido que finalizó con triunfo rojiblanco por 3-0). Espero poder hacer mi juego y llevar el partido a donde yo quiero aunque no importa si anoto o no. Solo quiero levantar la copa”, insistió
Dos días antes de disputar la final del Mundial de Rusia ante el combinado de Croacia, Antoine Griezmann valoró el encuentro como “una oportunidad de ganar la Mundial”. “Ganar o no ganar el Balón de Oro importa poco. Quiero ganar la Copa del Mundo y dejaré todo lo que tengo sobre el campo”, dijo el delantero del Atlético de Madrid en una rueda de prensa celebrada este viernes en Istra.
El carismático jugador colchonero se mostró relajado y bromista en la cuenta atrás para el choque en el estadio moscovita de Luzhniki. No está variando sus rutinas: “Juego al Fortnite todo el día, bebo mate, disfruto del fútbol…”, explicó.
Sí dejó patente repetidamente su deseo de “ganar esta copa” para poner un broche dorado a una temporada en la que logró la Liga Europa con su club. “Espero hacer lo mismo que en esa final (metió dos goles al Olympique de Marsella, en un partido que finalizó con triunfo rojiblanco por 3-0). Espero poder hacer mi juego y llevar el partido a donde yo quiero aunque no importa si anoto o no. Solo quiero levantar la copa”, insistió
Francia y tres razones por las que puede ganar la final
La clasificación para la final de una Copa Mundial de la FIFA indica que se han superado grandes obstáculos o se han mostrado unas cualidades excepcionales, hasta el punto de que la conquista del trofeo ya no es un sueño, sino un objetivo muy concreto.
Y los finalistas, como es lógico, cuentan con todas las razones para pensar que muy pronto podrían añadir sus nombres al selecto club de quienes tienen un título mundial en su palmarés.
A continuación, tres argumentos por los que Francia puede ganar la final de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 ante Croacia.
Solidez
El combinado francés impresiona tanto en defensa como en ataque, con unas estadísticas que hablan por sí solas:
-Francia únicamente ha ido perdiendo durante 9 minutos desde el inicio de la competición
-Ngolo Kanté ha recuperado 48 balones en Rusia 2018, récord de este torneo
-Hugo Lloris detuvo los 7 últimos disparos que recibió entre los tres palos efectuados
-Con 8 triunfos en sus 11 últimos partidos, Didier Deschamps presenta el mejor promedio de victorias (un 73%) de los seleccionadores que han dirigido más de 10 encuentros en la competición
-Frente a Argentina, Kylian Mbappé se convirtió en el jugador más joven desde Pelé (en 1958) que firma un doblete en una fase final mundialista.
Un gran bloque
“El Mundial no respeta la calidad, solo a los equipos”, había declarado Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, antes de caer a manos de los Bleus. Los hombres de Didier Deschamps son el ejemplo perfecto del espíritu de equipo.
En primer lugar, en el plano deportivo: todos los jugadores son capaces de marcar diferencias o de perforar la meta contraria, como indica su lista de anotadores en la fase de eliminatorias, que incluye defensas, centrocampistas y delanteros.
Y luego, en el aspecto humano: es una selección en la que todos los reservas corren como un solo hombre dentro de la cancha para celebrar los goles de sus compañeros titulares, de modo que la gran estrella es Francia. El equipo se ha transformado: ya no es una suma de individualidades, sino un monstruo colectivo. Desde el tercer arquero hasta el responsable de la seguridad, pasando por el titular o el asistente del entrenador, todos se vuelcan al 100% con la causa de los tricolores. Esa es la marca de quienes llegan hasta el final.
Historia y tradición
Veinte años después de ganar su primer y único título mundial, Francia está a las puertas de repetir aquella gesta, para lo que debe vencer a Croacia en la final. Y el cuadro balcánico se perfila aquí como un símbolo: el choque es una reedición de la semifinal que condujo a los franceses hasta el título en 1998. Si lo repiten, Didier Deschamps se convertiría en el tercer hombre, tras Mário Zagallo y Franz Beckenbauer, que alza el trofeo primero como jugador y luego como seleccionador.
Todos los ingredientes de esta trayectoria fascinante están presentes, y los astros parecen haberse alineado: 2018 puede ser el año del segundo sueño francés.
Y los finalistas, como es lógico, cuentan con todas las razones para pensar que muy pronto podrían añadir sus nombres al selecto club de quienes tienen un título mundial en su palmarés.
A continuación, tres argumentos por los que Francia puede ganar la final de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 ante Croacia.
Solidez
El combinado francés impresiona tanto en defensa como en ataque, con unas estadísticas que hablan por sí solas:
-Francia únicamente ha ido perdiendo durante 9 minutos desde el inicio de la competición
-Ngolo Kanté ha recuperado 48 balones en Rusia 2018, récord de este torneo
-Hugo Lloris detuvo los 7 últimos disparos que recibió entre los tres palos efectuados
-Con 8 triunfos en sus 11 últimos partidos, Didier Deschamps presenta el mejor promedio de victorias (un 73%) de los seleccionadores que han dirigido más de 10 encuentros en la competición
-Frente a Argentina, Kylian Mbappé se convirtió en el jugador más joven desde Pelé (en 1958) que firma un doblete en una fase final mundialista.
Un gran bloque
“El Mundial no respeta la calidad, solo a los equipos”, había declarado Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, antes de caer a manos de los Bleus. Los hombres de Didier Deschamps son el ejemplo perfecto del espíritu de equipo.
En primer lugar, en el plano deportivo: todos los jugadores son capaces de marcar diferencias o de perforar la meta contraria, como indica su lista de anotadores en la fase de eliminatorias, que incluye defensas, centrocampistas y delanteros.
Y luego, en el aspecto humano: es una selección en la que todos los reservas corren como un solo hombre dentro de la cancha para celebrar los goles de sus compañeros titulares, de modo que la gran estrella es Francia. El equipo se ha transformado: ya no es una suma de individualidades, sino un monstruo colectivo. Desde el tercer arquero hasta el responsable de la seguridad, pasando por el titular o el asistente del entrenador, todos se vuelcan al 100% con la causa de los tricolores. Esa es la marca de quienes llegan hasta el final.
Historia y tradición
Veinte años después de ganar su primer y único título mundial, Francia está a las puertas de repetir aquella gesta, para lo que debe vencer a Croacia en la final. Y el cuadro balcánico se perfila aquí como un símbolo: el choque es una reedición de la semifinal que condujo a los franceses hasta el título en 1998. Si lo repiten, Didier Deschamps se convertiría en el tercer hombre, tras Mário Zagallo y Franz Beckenbauer, que alza el trofeo primero como jugador y luego como seleccionador.
Todos los ingredientes de esta trayectoria fascinante están presentes, y los astros parecen haberse alineado: 2018 puede ser el año del segundo sueño francés.
Francia ya tiene lista su camiseta de campeón
La marca Nike ya tiene lista la camiseta de Francia con su segunda estrella, según aseguran medios de ese país.
El diario Le Figaro afirma que la marca “no pierde el tiempo” y que, si bien el equipo galo aún no jugó la final, “ya está todo listo para vender la camiseta con dos estrellas”. Mientras, el sitio BFM señala que “la demanda comenzará a ser fuerte incluso el domingo a la noche”.
Kylian Mbappé, el “príncipe” de los suburbios parisinos
Un muchacho con la cabeza muy bien amueblada, esforzado y valiente: así definen al francés Kylian Mbappé sus antiguos vecinos de Bondy, localidad de los estigmatizados suburbios parisinos que se movilizará este domingo para alentar a su "príncipe" en la final del Mundial ante Croacia.
Bondy era una ciudad más del departamento de Seine Saint-Denis, uno de los más empobrecidos y marginales en Francia, hasta que uno de sus habitantes se empeñó en sacarla del anonimato.
Si en 2017 el nombre de Mbappé ya había sonado con fuerza por su estratosférico fichaje por el París Saint-Germain, este 2018 ha supuesto su completa consagración internacional por sus actuaciones en el Mundial de Rusia.
El joven prodigio podrá tocar la gloria mañana si Francia gana a Croacia en Moscú. Y lo haría con solo 19 años.
¿Pero quién es y de dónde viene Mbappé? La revista del Ayuntamiento de Bondy le califica como su "príncipe" y para la alcaldesa de la localidad, Sylvine Thomassin, es un ejemplo a seguir que tuvo la suerte de contar con dos padres ejemplares.
Bondy era una ciudad más del departamento de Seine Saint-Denis, uno de los más empobrecidos y marginales en Francia, hasta que uno de sus habitantes se empeñó en sacarla del anonimato.
Si en 2017 el nombre de Mbappé ya había sonado con fuerza por su estratosférico fichaje por el París Saint-Germain, este 2018 ha supuesto su completa consagración internacional por sus actuaciones en el Mundial de Rusia.
El joven prodigio podrá tocar la gloria mañana si Francia gana a Croacia en Moscú. Y lo haría con solo 19 años.
¿Pero quién es y de dónde viene Mbappé? La revista del Ayuntamiento de Bondy le califica como su "príncipe" y para la alcaldesa de la localidad, Sylvine Thomassin, es un ejemplo a seguir que tuvo la suerte de contar con dos padres ejemplares.
viernes, 13 de julio de 2018
Griezmann, ante una final para cambiar de estatus
Pasar de estrella del fútbol actual a jugador de época. Eso se juega básicamente Antoine Griezmann el domingo (11:00 HB) en el encuentro que Francia y Croacia librarán por la final del Mundial de Rusia.
"Está en camino de convertirse en una leyenda", sentenció ayer sin vueltas su compañero Paul Pogba, que incluso se animó a comparar la trayectoria del "Principito" con la de Zinedine Zidane.
"Es una persona muy querida en Francia y sobre el terreno de juego demuestra que es un grande. Deseo de todo corazón que marque un gol en la final del domingo", dijo el jugador del Manchester United.
Zinedine Zidane son palabras mayores, pero Griezmann está a 90 minutos (o 120) de alcanzar algo que sólo "Zizou" y otros 21 futbolistas franceses lograron en 1998. Algo que no pudieron conseguir, por ejemplo, mitos como Michel Platini y Just Fontaine.
Ser campeón del mundo implicaría todo un cambio de estatus para Griezmann, un delantero de élite al que todavía le falta un gran título. Ganó la Liga Europa con el Atlético de Madrid, pero en su vitrina no puede ofrecer más: una Supercopa española en 2014 y un Europeo Sub 19 con Francia en 2010.
A sus 27 años, y tras haber confirmado su continuidad en el Atlético de Madrid después de meses de suspenso, Griezmann se encuentra en el momento justo de su carrera para dar un golpe sobre la mesa. Pero el atacante, el emblema de Francia más allá de le meteórica irrupción de Kylian Mbappé, prefiere asumir las cosas con naturalidad y disfrutar.
"Está en camino de convertirse en una leyenda", sentenció ayer sin vueltas su compañero Paul Pogba, que incluso se animó a comparar la trayectoria del "Principito" con la de Zinedine Zidane.
"Es una persona muy querida en Francia y sobre el terreno de juego demuestra que es un grande. Deseo de todo corazón que marque un gol en la final del domingo", dijo el jugador del Manchester United.
Zinedine Zidane son palabras mayores, pero Griezmann está a 90 minutos (o 120) de alcanzar algo que sólo "Zizou" y otros 21 futbolistas franceses lograron en 1998. Algo que no pudieron conseguir, por ejemplo, mitos como Michel Platini y Just Fontaine.
Ser campeón del mundo implicaría todo un cambio de estatus para Griezmann, un delantero de élite al que todavía le falta un gran título. Ganó la Liga Europa con el Atlético de Madrid, pero en su vitrina no puede ofrecer más: una Supercopa española en 2014 y un Europeo Sub 19 con Francia en 2010.
A sus 27 años, y tras haber confirmado su continuidad en el Atlético de Madrid después de meses de suspenso, Griezmann se encuentra en el momento justo de su carrera para dar un golpe sobre la mesa. Pero el atacante, el emblema de Francia más allá de le meteórica irrupción de Kylian Mbappé, prefiere asumir las cosas con naturalidad y disfrutar.
Pogba: “Griezman está camino a ser leyenda”
El centrocampista francés Paul Pogba afirmó ayer que el atacante del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, “está en el camino de convertirse en una leyenda” para la afición ‘bleu’.
En una rueda de prensa celebrada en el Museo de Nuevo Jerusalén, en la localidad de Istra, Paul Pogba comparó la trayectoria de Antoine Griezmann -”un jugador que ya es grande”, recalcó-, con la de Zinedine Zidane, al que consideró “leyenda e icono del fútbol”.
“Griezmann está en el camino de conseguirlo también. Es una persona muy querida en Francia y sobre el terreno de juego demuestra que es un grande. Deseo de todo corazón que marque un gol en la final del domingo”, comentó el centrocampista del Manchester United.
Con algún tanto del colchonero o sin él, Paul Pogba espera “no perder” el envite por el título mundialista ante la escuadra de Croacia.
En una rueda de prensa celebrada en el Museo de Nuevo Jerusalén, en la localidad de Istra, Paul Pogba comparó la trayectoria de Antoine Griezmann -”un jugador que ya es grande”, recalcó-, con la de Zinedine Zidane, al que consideró “leyenda e icono del fútbol”.
“Griezmann está en el camino de conseguirlo también. Es una persona muy querida en Francia y sobre el terreno de juego demuestra que es un grande. Deseo de todo corazón que marque un gol en la final del domingo”, comentó el centrocampista del Manchester United.
Con algún tanto del colchonero o sin él, Paul Pogba espera “no perder” el envite por el título mundialista ante la escuadra de Croacia.
El pedido viral a Deschamps para la final
Miles de usuarios de Twitter están secundando una iniciativa que pide que el seleccionador francés Didier Deschamps haga algo muy especial en la final del Mundial 2018 que enfrentará este domingo en Moscú a Francia y Croacia.
El técnico era el capitán del equipo francés cuando los Bleus ganaron el Mundial en 1998 y 20 años después muchos franceses se han movilizado en las redes para que este domingo, como seleccionador y en la final ante Croacia, vista la misma camiseta que llevaba cuando Francia ganó 3-0 a Brasil.
La petición fue lanzada este jueves, tres días antes del partido definitivo por el título, por un internauta que se hace llamar Mcfly y en sus primeras nueve horas consiguió ser retuiteada por más de 50.000 personas.
“Tengo una idea: imaginad que el domingo Didier Deschamps llega al banquillo no con su traje habitual, sino con la camiseta que llevaba en la final del 98. ¿No sería muy bueno? Ni idea de cómo hacer para que vea esto… ¿RT?”, se preguntaba. Las 50.000 veces que ese mensaje ha sido retuiteado se suman a los más de 30.000 likes (me gusta) que este ha recabado, junto a unos 400 comentarios, en los que algunos, optimistas, aseguran que “es utópico pero no imposible”.
El técnico era el capitán del equipo francés cuando los Bleus ganaron el Mundial en 1998 y 20 años después muchos franceses se han movilizado en las redes para que este domingo, como seleccionador y en la final ante Croacia, vista la misma camiseta que llevaba cuando Francia ganó 3-0 a Brasil.
La petición fue lanzada este jueves, tres días antes del partido definitivo por el título, por un internauta que se hace llamar Mcfly y en sus primeras nueve horas consiguió ser retuiteada por más de 50.000 personas.
“Tengo una idea: imaginad que el domingo Didier Deschamps llega al banquillo no con su traje habitual, sino con la camiseta que llevaba en la final del 98. ¿No sería muy bueno? Ni idea de cómo hacer para que vea esto… ¿RT?”, se preguntaba. Las 50.000 veces que ese mensaje ha sido retuiteado se suman a los más de 30.000 likes (me gusta) que este ha recabado, junto a unos 400 comentarios, en los que algunos, optimistas, aseguran que “es utópico pero no imposible”.
La selección francesa empieza a preparar la final sin sus titulares
La selección francesa empezó a preparar ayer jueves la final del Mundial de Rusia, que este domingo le medirá con la escuadra de Croacia en el estadio moscovita de Luzhniki, sin los once jugadores que fueron titulares en el duelo de semifinales ante el combinado de Bélgica.
En una sesión abierta a los medios de comunicación, solo 12 futbolistas se ejercitaron a un ritmo alto durante los habituales rondos, los ejercicios de posesión y el partidillo final, en un campo con dimensiones reducidas.
El guardameta Alphonse Areola formó junto a Adil Rami, Steven Nzonzi, Florian Thauvin, Thomas Lemar y Benjamin Mendy.
En el otro equipo el técnico Didier Deschamps reunió al portero Steve Mandanda, con Presnel Kimpembe, Nabil Fekir, Ousmane Dembele, Djibril Sidibe y Corentin Tolisso.
Desde el banquillo supervisaron el entrenamiento Antoine Griezmann, Paul Pogba, Lucas Hernández, N'Golo Kanté y Blaise Matuidi, titulares todos ellos el martes en la semifinal.
En una sesión abierta a los medios de comunicación, solo 12 futbolistas se ejercitaron a un ritmo alto durante los habituales rondos, los ejercicios de posesión y el partidillo final, en un campo con dimensiones reducidas.
El guardameta Alphonse Areola formó junto a Adil Rami, Steven Nzonzi, Florian Thauvin, Thomas Lemar y Benjamin Mendy.
En el otro equipo el técnico Didier Deschamps reunió al portero Steve Mandanda, con Presnel Kimpembe, Nabil Fekir, Ousmane Dembele, Djibril Sidibe y Corentin Tolisso.
Desde el banquillo supervisaron el entrenamiento Antoine Griezmann, Paul Pogba, Lucas Hernández, N'Golo Kanté y Blaise Matuidi, titulares todos ellos el martes en la semifinal.
jueves, 12 de julio de 2018
París cerrará la torre Eiffel y se blindará para la final del Mundial
París cerrará este domingo su monumento más emblemático, la torre Eiffel, y se blindará con hasta 12.000 policías debido a la multitud que se espera en la capital francesa para seguir la final del Mundial entre Francia y Croacia, anunciaron este jueves las autoridades.
"Por razones de seguridad, la Prefectura de Policía ha exigido el cierre de la torre de Eiffel", indicó la empresa que gestiona el monumento.
Las autoridades optaron por pedir su cierre por la multitud que se aguarda en las zonas circundantes para seguir el encuentro en las pantallas gigantes que se desplegarán, una de ellas frente a la misma torre.
Los turistas que adquirieron un boleto para visitarla este domingo -con un coste de entre 16 y 25 euros para un adulto- podrán beneficiarse de un reembolso "en un plazo de dos meses".
Asimismo, el responsable policial de París, Michel Delpuech, anunció hoy que la capital y su región contarán con un refuerzo especial de 12.000 policías y 3.000 efectivos de primeros auxilios para la final del Mundial del domingo.
Estas fuerzas también servirán para reforzar la seguridad el sábado, cuando se celebrará la fiesta nacional francesa.
"Por razones de seguridad, la Prefectura de Policía ha exigido el cierre de la torre de Eiffel", indicó la empresa que gestiona el monumento.
Las autoridades optaron por pedir su cierre por la multitud que se aguarda en las zonas circundantes para seguir el encuentro en las pantallas gigantes que se desplegarán, una de ellas frente a la misma torre.
Los turistas que adquirieron un boleto para visitarla este domingo -con un coste de entre 16 y 25 euros para un adulto- podrán beneficiarse de un reembolso "en un plazo de dos meses".
Asimismo, el responsable policial de París, Michel Delpuech, anunció hoy que la capital y su región contarán con un refuerzo especial de 12.000 policías y 3.000 efectivos de primeros auxilios para la final del Mundial del domingo.
Estas fuerzas también servirán para reforzar la seguridad el sábado, cuando se celebrará la fiesta nacional francesa.
Video Umtiti abandonó conferencia por confusión con Pogba
Curioso y gracioso. El defensor Samuel Umtiti dejó por un pequeño momento la conferencia de prensa de la selección de Francia, ya que el presentador lo confundió y lo llamó Paul, en relación al centrocampista Pogba.
El central que milita en el Barcelona de España volvió y en medio de risas atendió a la prensa, que se dio cita a escuchar las impresiones del jugador de cara a la final contra Croacia, en la Copa Mundial Rusia 2018.
El central que milita en el Barcelona de España volvió y en medio de risas atendió a la prensa, que se dio cita a escuchar las impresiones del jugador de cara a la final contra Croacia, en la Copa Mundial Rusia 2018.
Francia retorna hoy a las prácticas
La selección de Francia, primera finalista del Mundial de Rusia 2018 tras vencer por 1-0 a Bélgica, gozó ayer de una jornada de descanso antes de volver al trabajo en su concentración en Istra, en la región de Moscú.
La expedición francesa regresó el martes por la noche desde San Petersburgo, donde se disputó el encuentro de semifinales, al cuartel general que ha ocupado durante todo el torneo.
Francia ya no tendrá que viajar más, puesto que la final se disputará el domingo en el estadio Luzhniki de Moscú. Hasta ahora ha tenido que jugar en Kazan (ante Australia y Argentina), Ekaterimburgo (Perú), en el propio coliseo de la capital (Dinamarca), en Nizhny Novgorod (Uruguay) y San Petersburgo (Bélgica).
Fue un regreso feliz el del conjunto de Didier Deschamps, con bromas, felicidad y alegría. EFE
La expedición francesa regresó el martes por la noche desde San Petersburgo, donde se disputó el encuentro de semifinales, al cuartel general que ha ocupado durante todo el torneo.
Francia ya no tendrá que viajar más, puesto que la final se disputará el domingo en el estadio Luzhniki de Moscú. Hasta ahora ha tenido que jugar en Kazan (ante Australia y Argentina), Ekaterimburgo (Perú), en el propio coliseo de la capital (Dinamarca), en Nizhny Novgorod (Uruguay) y San Petersburgo (Bélgica).
Fue un regreso feliz el del conjunto de Didier Deschamps, con bromas, felicidad y alegría. EFE
miércoles, 11 de julio de 2018
De Thuram a Umtiti, una defensa efectiva
en un duelo de grandes delanteros, la diferencia la marcó un defensor central. Ni Griezmann ni Giroud ni Mbappé, muchos menos Hazard, Lukaku y De Bruyne, el dueño del partido en San Petersburgo fue Samuel Umtiti, inmenso en las dos áreas en la primera semifinal de Rusia. Tanto se encargó de secar a un portento físico como Lukaku como de batir a un gigante como Courtois. No necesitó más la Francia de Didier Deschamps para pasar a Bélgica y colarse en su tercera final de un Mundial en los últimos 20 años (1998, 2006 y 2018).
No había tranquilidad en el cuerpo técnico de Deschamps antes del duelo ante Bélgica. Umtiti había vuelto a recaer de un dolor en la rodilla izquierda, un problema que arrastraba desde el final de la campaña pasada en el Barcelona.
Deschamps, sin embargo, antes del duelo ante Bélgica había intentado borrar cualquier tipo de especulación sobre el estado de forma de su zaguero: “La temporada ha sido dura para todos y las exigencias del Mundial son enormes, pero hoy tengo a los 23 jugadores a mi disposición”.
Y para enseñar que al menos Umtiti estaba bien de ánimo, Pogba subió un video en el que despertaba al azulgrana de una plácida siesta. Llegó sonriente el central del Barcelona a San Petersburgo. Sin auriculares como la mayoría de sus compañeros, saludó a su compatriota Thierry Henry (segundo entrenador de Roberto Martínez) antes de salir a testar el césped del Estadio Krestovski.
Si Bélgica tenía al tridente más goleador, Francia contaba con la defensa que menos dianas había encajado de los cuatro semifinalistas (cuatro) y Lloris era el portero al que menos le habían rematado (13) —ayer sumó tres más—, siempre bien protegido por la dupla Umtiti y Varane. Si el central de Madrid había abierto el camino en los cuartos ante Uruguay y Pavard había firmado un golazo para el 2-2 transitorio ante Argentina en los octavos, Umtiti quería su gol en la semifinal. Le ganó el duelo a una torre como Fellaini, para mandar el balón a la red. Fue su carta de presentación como goleador en un Mundial. La última vez que tres defensas franceses marcaron en una Copa del Mundo fue exactamente hace 20 años, en su casa. Entonces, los zagueros artilleros fueron Lizarazu, Blanc y Thuram.
DESCHAMPS, A POCO DE MARCAR HISTORIA
El entrenador de Francia, Didier Deschamps, puede convertirse este fin de semana en el tercer hombre de la historia en ganar el Campeonato del Mundo como técnico y también como jugador, en 1998 levantó la Copa en Francia, para eso tiene ganar la final de Rusia 2018 contra Inglaterra o Croacia.
No había tranquilidad en el cuerpo técnico de Deschamps antes del duelo ante Bélgica. Umtiti había vuelto a recaer de un dolor en la rodilla izquierda, un problema que arrastraba desde el final de la campaña pasada en el Barcelona.
Deschamps, sin embargo, antes del duelo ante Bélgica había intentado borrar cualquier tipo de especulación sobre el estado de forma de su zaguero: “La temporada ha sido dura para todos y las exigencias del Mundial son enormes, pero hoy tengo a los 23 jugadores a mi disposición”.
Y para enseñar que al menos Umtiti estaba bien de ánimo, Pogba subió un video en el que despertaba al azulgrana de una plácida siesta. Llegó sonriente el central del Barcelona a San Petersburgo. Sin auriculares como la mayoría de sus compañeros, saludó a su compatriota Thierry Henry (segundo entrenador de Roberto Martínez) antes de salir a testar el césped del Estadio Krestovski.
Si Bélgica tenía al tridente más goleador, Francia contaba con la defensa que menos dianas había encajado de los cuatro semifinalistas (cuatro) y Lloris era el portero al que menos le habían rematado (13) —ayer sumó tres más—, siempre bien protegido por la dupla Umtiti y Varane. Si el central de Madrid había abierto el camino en los cuartos ante Uruguay y Pavard había firmado un golazo para el 2-2 transitorio ante Argentina en los octavos, Umtiti quería su gol en la semifinal. Le ganó el duelo a una torre como Fellaini, para mandar el balón a la red. Fue su carta de presentación como goleador en un Mundial. La última vez que tres defensas franceses marcaron en una Copa del Mundo fue exactamente hace 20 años, en su casa. Entonces, los zagueros artilleros fueron Lizarazu, Blanc y Thuram.
DESCHAMPS, A POCO DE MARCAR HISTORIA
El entrenador de Francia, Didier Deschamps, puede convertirse este fin de semana en el tercer hombre de la historia en ganar el Campeonato del Mundo como técnico y también como jugador, en 1998 levantó la Copa en Francia, para eso tiene ganar la final de Rusia 2018 contra Inglaterra o Croacia.
¿Qué hacían las grandes figuras de la historia a la edad de Mbappé?
Kylian Mbappé vuela, incluso en partidos en los que no es su figura ni la estrella más brillante. Tiene 19 años. Lo cuenta la historia: es un crack precoz. Es un hito en el recorrido de los tiempos, ahora, bajo el cielo de Rusia…
Lionel Messi está sentado en el banco de suplentes del seleccionado argentino. José Pekerman no lo tiene en cuenta para ingresar en el partido de los cuartos de final frente a Alemania. Ya se agotaron los cambios bajo el cielo del Olímpico de Berlín. El crack rosarino no ingresa en ese encuentro decisivo de la Copa del Mundo de 2006. Tenía 19 años. Venía de ser campeón del Mundial Sub 20 el año anterior.
Diego Maradona, con 17 años, es uno de los tres excluidos de la lista preliminar de la Selección argentina para la gran cita de 1978. Llora. La historia cuenta aquel detalle como un absurdo. El Diez, que iba camino a ser el máximo goleador del torneo de la AFA, se transforma en campeón periférico. Es un perfecto outsider del primer título mundial de la Argentina. Al año siguiente, el chiquilín de Villa Fiorito -El Pibe de Oro, como ya le decía El Gráfico- festeja con su gente, en las cercanías de la calle Azamor, el título de campeón juvenil en Japón 79.
Johan Cruyff -el mejor de los holandeses- recién aparecía en el seleccionado de su país y se mostraba como figura naciente en el Ajax. Nada de Mundiales.
Zinedine Zidane -cara visible de los principales éxitos de Francia- se asomaba en la primera división del Cannes, con 18 años. Recién a los 22 años formaba parte del ciclo que derivaría en la mayor conquista gala: el título del mundo en 1998.
Alfredo Di Stéfano -emblema del fútbol en dos continentes- tenía 19 años cuando convirtió su primer gol en la A y su primer doblete. Tenía puesta la camiseta de Huracán, cedido por River. En el ya desaparecido Gasómetro marcó dos de los tres goles en el duelo frente a San Lorenzo. Cuentan quienes mucho conocen la historia del Clásico de Barrio más grande del Mundo que aquel día de 1946, Jorge Bergoglio -el Papa Francisco- se hizo hincha de San Lorenzo.
No es bullying de élite. Pero se le parece. Ya se enojó varias veces. Ahora, finalista del Mundial con la Francia de su nacimiento, ya no será tan fácil decirle que sólo corre rápido, como lo hizo siempre desde los días de nene en las periferias de París, en el club del barrio, el AS Bondy. Allí donde ahora, además de visitante frecuente, es un pertinaz emprendedor solidario. Kylian es parte de la compleja amalgama de la Francia que se exhibe a partir del fútbol y que tan bien retrata el documental Les Bleus.
Sólo hubo un pibe en la historia más influyente que un Sub 20 como Mbappé en la historia de las Copas del Mundo. Un tal Pelé. En 1958, O Rei, con 17 años y rodeado de estrellas, convirtió seis goles en sus cuatro presentaciones. Algunos dijeron que era la Navidad del Fútbol. Después se discutió un poco al respecto. Ahora, también…
Lionel Messi está sentado en el banco de suplentes del seleccionado argentino. José Pekerman no lo tiene en cuenta para ingresar en el partido de los cuartos de final frente a Alemania. Ya se agotaron los cambios bajo el cielo del Olímpico de Berlín. El crack rosarino no ingresa en ese encuentro decisivo de la Copa del Mundo de 2006. Tenía 19 años. Venía de ser campeón del Mundial Sub 20 el año anterior.
Diego Maradona, con 17 años, es uno de los tres excluidos de la lista preliminar de la Selección argentina para la gran cita de 1978. Llora. La historia cuenta aquel detalle como un absurdo. El Diez, que iba camino a ser el máximo goleador del torneo de la AFA, se transforma en campeón periférico. Es un perfecto outsider del primer título mundial de la Argentina. Al año siguiente, el chiquilín de Villa Fiorito -El Pibe de Oro, como ya le decía El Gráfico- festeja con su gente, en las cercanías de la calle Azamor, el título de campeón juvenil en Japón 79.
Johan Cruyff -el mejor de los holandeses- recién aparecía en el seleccionado de su país y se mostraba como figura naciente en el Ajax. Nada de Mundiales.
Zinedine Zidane -cara visible de los principales éxitos de Francia- se asomaba en la primera división del Cannes, con 18 años. Recién a los 22 años formaba parte del ciclo que derivaría en la mayor conquista gala: el título del mundo en 1998.
Alfredo Di Stéfano -emblema del fútbol en dos continentes- tenía 19 años cuando convirtió su primer gol en la A y su primer doblete. Tenía puesta la camiseta de Huracán, cedido por River. En el ya desaparecido Gasómetro marcó dos de los tres goles en el duelo frente a San Lorenzo. Cuentan quienes mucho conocen la historia del Clásico de Barrio más grande del Mundo que aquel día de 1946, Jorge Bergoglio -el Papa Francisco- se hizo hincha de San Lorenzo.
No es bullying de élite. Pero se le parece. Ya se enojó varias veces. Ahora, finalista del Mundial con la Francia de su nacimiento, ya no será tan fácil decirle que sólo corre rápido, como lo hizo siempre desde los días de nene en las periferias de París, en el club del barrio, el AS Bondy. Allí donde ahora, además de visitante frecuente, es un pertinaz emprendedor solidario. Kylian es parte de la compleja amalgama de la Francia que se exhibe a partir del fútbol y que tan bien retrata el documental Les Bleus.
Sólo hubo un pibe en la historia más influyente que un Sub 20 como Mbappé en la historia de las Copas del Mundo. Un tal Pelé. En 1958, O Rei, con 17 años y rodeado de estrellas, convirtió seis goles en sus cuatro presentaciones. Algunos dijeron que era la Navidad del Fútbol. Después se discutió un poco al respecto. Ahora, también…
Francia avanza a la final
EL DATO
Francia jugará la final el 15 de julio frente al ganador del partido Inglaterra-Croacia.
3 finales en mundiales suma Francia con la que disputará el domingo.
Francia jugará la final del Mundial de Rusia 2018 al superar a Bélgica (1-0) con un cabezazo del central Samuel Umtiti tras un saque de esquina, la sentencia de un conjunto galo que jugó sus cartas al contragolpe y frenó en seco el sueño de la “generación dorada” del fútbol belga.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que consiguió avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Sólo los fallos de Olivier Giroud les privaron de más goles.
La nueva hornada “bleu” tendrá su segunda final consecutiva, tras la que perdieron en la Eurocopa 2016 ante Portugal, y la tercera de su país en la Copa del Mundo. La primera la ganaron en casa en 1998 a Brasil con su seleccionador Didier Deschamps sobre el césped. En la segunda, cayeron ante Italia en Alemania 2006.
Un testarazo del que se acordarán en mucho tiempo en Bélgica, que volvió a darse de bruces con el muro de las semifinales. El mismo que frenó a la generación de Enzo Scifo y Jean-Marie Pfaff en México 1986 lo hizo con los Eden Hazard, Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne o Thibaut Courtois. Dominaron la posesión, pero carecieron de peligro.
El balón fue desde el inicio belga, que maniobró entre una zaga de cuatro al defender y el esquema de tres centrales y dos jugadores abiertos en las bandas: Nacer Chadli y Eden Hazard. Por la izquierda, desde la que penetraba la estrella del Chelsea, llegaron las mejores ocasiones de los “Diablos Rojos”.
Hazard superó en todo momento al joven lateral galo Benjamin Pavard y amenazó, primero con un disparo con la izquierda y luego con otro a la media vuelta con la derecha que despejó el central galo Raphael Varane a córner. Corría el minuto 19.
El acoso belga seguía: un cabezazo de Marouanne Fellaini, un disparo tras un rechace en un córner de Toby Alderweireld. En ambas respondió Hugo Lloris, salvador de su equipo en los primeros 25 minutos. En otro pase de la muerte de Hazard desde la izquierda, fue Umtiti el que respondió por una Francia con el agua al cuello.
Sin haber llegado al gol, los “Diablos Rojos” bajaron una marcha, y Francia comenzó a encontrar el contragolpe y las ocasiones. Giroud tuvo dos, un remate de cabeza a centro de Pavard en una jugada ensayada y un disparo flojo tras un pase de la muerte de Mbappé.
Antes del descanso, Courtois evitó con el pie derecho que Pavard marcara a pase de Mbappé, y Lukaku no supo aprovechar un error de Umtiti para rematar.
Tras el paso por vestuarios, la tónica siguió parecida, pero la posesión belga era menos peligrosa y los contragolpes franceses más afilados. Vincent Kompany evitó un remate a la media vuelta de Giroud, pero en el saque de esquina posterior, Umtiti se adelantó a Alderweireld y Fellaini para marcar de cabeza el 1-0.
El tanto acomodaba aún más a los de Didier Deschamps en su apuesta y a ello se unió que Mbappé destapó el tarro de las esencias: una carrera con pase para Matuidi y un pase de tacón dentro del área para el remate de Giroud.
En cinco minutos, dos centros obligaron a Lloris a sacar un balón con los puños y a ver cómo otro, rematado por Fellaini, se iba a unos metros de su portería. La posesión volvía a ser de la generación dorada del fútbol belga, que veía cómo su gran momento se les escapaba entre los dedos.
Conforme avanzaba el reloj, la desesperación belga iba en aumento mientras los aficionados franceses en el estadio de San Petersburgo empezaban a entonar “La Marsellesa”. Lukaku tuvo una opción de cabeza, pero no llegó a conectar, Courtois detuvo un disparo raso a Griezmann y Tolisso se perdió el 2-0 en el descuento. Pero ya poco importaba, porque los “bleus” estarán en la final de Moscú.
EL TERCER TIEMPO
La figura
Samuel Umtiti
El defensor además de mostrarse sólido en la última línea, anotó el gol del triunfo para su selección.
El árbitro
Bien
Andrés Cunha no tuvo problemas para dirigir el partido y sus decisiones no incidieron en el resultado final.
Didier Deschamps
DT. FRANCIA
“Mis jugadores son jóvenes pero mentalmente fuertes.Tienen experiencia y buena predisposición".
Roberto Martínez
DT. BÉLGICA
“Francia defendió muy bien y eso hay que valorarlo. Incluso sus atacantes contribuyeron en eso".
Antoine Griezmann
Delantero-Francia
"En un córner pusimos el 1-0 y luego hemos aguantado muy bien".
Hugo Lloris
Arquero-Francia
"Hay un partido por jugar y es el más importante de todos".
Toby Alderweireld
Defensor-Bélgica
"A veces necesitas un poco de suerte y creo que Francia la tuvo".
Thibaut Courtois
Arquero-Bélgica
"No tengo la sensación de que Francia fuera mejor que nosotros".
LA OTRA MIRADA
MALDICIÓN. El español Roberto Martínez no pudo evitar la maldición del entrenador extranjero, ya que todas las selecciones campeonas del mundo de la historia lo han sido con técnicos autóctonos. El técnico español, nacido en Balaguer (Lleida), que cumplirá el próximo 13 de julio 45 años, no pudo unir su nombre a los de dos mitos como el inglés George Raynor y el austríaco Ernst Happel, que alcanzaron la final con selecciones distintas a las de sus países.
TERCERA FINAL. La selección francesa jugará su tercera final de un Mundial. Jugó su primera final mundialista en la edición que organizaron en su país en 1998, cuando se impusieron por 0-3 a Brasil. Ocho años después, se volvieron a plantar en una final de la Copa del Mundo, en Alemania 2006, en la que cayeron con Italia en los penaltis por 5-3 tras un empate 1-1.
CERCA DE LA HISTORIA. El entrenador de Francia, Didier Deschamps, puede convertirse en el tercer hombre de la historia en ganar el Campeonato del Mundo como técnico y también como jugador, si el domingo gana la final de Rusia 2018. Sólo dos preparadores consiguieron este hecho anteriormente: el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer. El brasileño jugó las ediciones de Suecia 1958 y Chile 1962 y dirigió al combinado sudamericano en México 1970 y Francia 1998. Beckenbauer participó en dos finales como jugador, la de Inglaterra 1966, que perdió, y la de Alemania 1974, que ganó. En el banquillo dirigió al conjunto germano en México 1986 y en Italia 1990
martes, 10 de julio de 2018
Francia ganó a Bélgica y es finalista
Francia jugará la final del Mundial de Rusia 2018 al superar a Bélgica (1-0) con un cabezazo del central Samuel Umtiti tras un saque de esquina, la sentencia de un conjunto galo que jugó sus cartas al contragolpe y frenó en seco el sueño de la 'generación dorada' del fútbol belga.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que ha conseguido avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Solo los fallos Olivier Giroud les privaron de más goles.
La nueva hornada 'bleu' tendrá su segunda final consecutiva, tras la que perdieron en la Eurocopa 2016 ante Portugal, y la tercera de su país en la Copa del Mundo. La primera la ganaron en casa en 1998 a Brasil con su seleccionador Didier Deschamps sobre el césped. En la segunda, cayeron ante Italia en Alemania 2006.
Un testarazo del que se acordarán en mucho tiempo en Bélgica, que volvió a darse de bruces con el muro de las semifinales. El mismo que frenó a la generación de Enzo Scifo y Jean-Marie Pfaff en México 1986 lo hizo con los Eden Hazard, Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne o Thibaut Courtois. Dominaron la posesión, pero carecieron de peligro.
Los dos equipos llegaban sin haber concedido casi nada: Francia, apenas un empate contra Dinamarca en la primera fase y unos minutos a Argentina en octavos, antes de que la destrozara Mbappé. Bélgica, unos octavos de sufrimiento y remontada épica ante la sorprendente Japón y una lección táctica en los cuartos a Brasil.
Salió Roberto Martínez protegiendo su mediocampo con Moussa Dembélé como sustituto del defensor sancionado Thomas Meunier, con el objetivo de auxiliar a Axel Witsel y ejercer de perro de presa tras las arrancadas de Kylian Mbappé, que apareció en el primer minuto buscando una carrera y advirtiendo de lo que vendría.
El balón fue desde el inicio belga, que maniobró entre una zaga de cuatro al defender y el esquema de tres centrales y dos jugadores abiertos en las bandas: Nacer Chadli y Eden Hazard. Por la izquierda, desde la que penetraba la estrella del Chelsea, llegaron las mejores del ocasiones de los 'Diablos Rojos'.
Hazard superó en todo momento al joven lateral galo Benjamin Pavard y amenazó, primero con un disparo con la izquierda y luego con otro a la media vuelta con la derecha que despejó el central galo Raphael Varane a córner. Corría el minuto 19.
El acoso belga seguía: un cabezazo de Marouanne Fellaini, un disparo tras un rechace en un córner de Toby Alderweireld... En ambas respondió Hugo Lloris, salvador de su equipo en los primeros 25 minutos. En otro pase de la muerte de Hazard desde la izquierda, fue Umtiti el que respondió por una Francia con el agua al cuello.
Sin haber llegado al gol, los 'Diablos Rojos' bajaron una marcha, y Francia comenzó a encontrar el contragolpe y las ocasiones. Giroud tuvo dos, un remate de cabeza a centro de Pavard en una jugada ensayada, y un disparo flojo tras un pase de la muerte de Mbappé, cuyo desmarque había encontrado Griezmann con una asistencia milimétrica. Francia lamentó no tener un 'killer' como 9.
Las recetas de ambos equipos -la posesión belga hacia las bandas y la espera francesa para el contragolpe- eran tan complementarias que provocaban ocasiones en uno y otro lado. Antes del descanso, Courtois evitó con el pie derecho que Pavard marcara a pase de Mbappé, y Lukaku no supo aprovechar un error de Umtiti para rematar.
Tras el paso por vestuarios, la tónica siguió parecida, pero la posesión belga era menos peligrosa y los contragolpes franceses más afilados. Vincent Kompany evitó un remate a la media vuelta de Giroud, pero en el saque de esquina posterior, Umtiti se adelantó a Alderweireld y Fellaini para marcar de cabeza el 1-0.
El tanto acomodaba aún más a los de Didier Deschamps en su apuesta y a ello se unión que Mbappé destapó el tarro de las esencias: una carrera con pase para Matuidi y un pase de tacón dentro del área para el remate de Giroud. Roberto Martínez reaccionó quitando un medio (Dembéle) y sumando al delantero Dries Metrens.
En cinco minutos, dos centros del atacante del Nápoles obligaron a Lloris a sacar un balón con los puños y a ver cómo otro, rematado por Fellaini, se iba a unos metros de su portería. La posesión volvía a ser de la generación dorada del fútbol belga, que veía cómo su gran momento se les escapaba entre los dedos.
Conforme avanzaba el reloj, la desesperación belga iba en aumento mientras los aficionados franceses en el estadio de San Petersburgo empezaban a entonar 'La Marsellesa'. Lukaku tuvo una opción de cabeza, pero no llegó a conectar, Courtois detuvo un disparo raso a Griezmann y Tolisso tuvo el 2-0 en el descuento. Pero ya poco importaba, porque los 'bleus' estarán en la final de Moscú.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que ha conseguido avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Solo los fallos Olivier Giroud les privaron de más goles.
La nueva hornada 'bleu' tendrá su segunda final consecutiva, tras la que perdieron en la Eurocopa 2016 ante Portugal, y la tercera de su país en la Copa del Mundo. La primera la ganaron en casa en 1998 a Brasil con su seleccionador Didier Deschamps sobre el césped. En la segunda, cayeron ante Italia en Alemania 2006.
Un testarazo del que se acordarán en mucho tiempo en Bélgica, que volvió a darse de bruces con el muro de las semifinales. El mismo que frenó a la generación de Enzo Scifo y Jean-Marie Pfaff en México 1986 lo hizo con los Eden Hazard, Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne o Thibaut Courtois. Dominaron la posesión, pero carecieron de peligro.
Los dos equipos llegaban sin haber concedido casi nada: Francia, apenas un empate contra Dinamarca en la primera fase y unos minutos a Argentina en octavos, antes de que la destrozara Mbappé. Bélgica, unos octavos de sufrimiento y remontada épica ante la sorprendente Japón y una lección táctica en los cuartos a Brasil.
Salió Roberto Martínez protegiendo su mediocampo con Moussa Dembélé como sustituto del defensor sancionado Thomas Meunier, con el objetivo de auxiliar a Axel Witsel y ejercer de perro de presa tras las arrancadas de Kylian Mbappé, que apareció en el primer minuto buscando una carrera y advirtiendo de lo que vendría.
El balón fue desde el inicio belga, que maniobró entre una zaga de cuatro al defender y el esquema de tres centrales y dos jugadores abiertos en las bandas: Nacer Chadli y Eden Hazard. Por la izquierda, desde la que penetraba la estrella del Chelsea, llegaron las mejores del ocasiones de los 'Diablos Rojos'.
Hazard superó en todo momento al joven lateral galo Benjamin Pavard y amenazó, primero con un disparo con la izquierda y luego con otro a la media vuelta con la derecha que despejó el central galo Raphael Varane a córner. Corría el minuto 19.
El acoso belga seguía: un cabezazo de Marouanne Fellaini, un disparo tras un rechace en un córner de Toby Alderweireld... En ambas respondió Hugo Lloris, salvador de su equipo en los primeros 25 minutos. En otro pase de la muerte de Hazard desde la izquierda, fue Umtiti el que respondió por una Francia con el agua al cuello.
Sin haber llegado al gol, los 'Diablos Rojos' bajaron una marcha, y Francia comenzó a encontrar el contragolpe y las ocasiones. Giroud tuvo dos, un remate de cabeza a centro de Pavard en una jugada ensayada, y un disparo flojo tras un pase de la muerte de Mbappé, cuyo desmarque había encontrado Griezmann con una asistencia milimétrica. Francia lamentó no tener un 'killer' como 9.
Las recetas de ambos equipos -la posesión belga hacia las bandas y la espera francesa para el contragolpe- eran tan complementarias que provocaban ocasiones en uno y otro lado. Antes del descanso, Courtois evitó con el pie derecho que Pavard marcara a pase de Mbappé, y Lukaku no supo aprovechar un error de Umtiti para rematar.
Tras el paso por vestuarios, la tónica siguió parecida, pero la posesión belga era menos peligrosa y los contragolpes franceses más afilados. Vincent Kompany evitó un remate a la media vuelta de Giroud, pero en el saque de esquina posterior, Umtiti se adelantó a Alderweireld y Fellaini para marcar de cabeza el 1-0.
El tanto acomodaba aún más a los de Didier Deschamps en su apuesta y a ello se unión que Mbappé destapó el tarro de las esencias: una carrera con pase para Matuidi y un pase de tacón dentro del área para el remate de Giroud. Roberto Martínez reaccionó quitando un medio (Dembéle) y sumando al delantero Dries Metrens.
En cinco minutos, dos centros del atacante del Nápoles obligaron a Lloris a sacar un balón con los puños y a ver cómo otro, rematado por Fellaini, se iba a unos metros de su portería. La posesión volvía a ser de la generación dorada del fútbol belga, que veía cómo su gran momento se les escapaba entre los dedos.
Conforme avanzaba el reloj, la desesperación belga iba en aumento mientras los aficionados franceses en el estadio de San Petersburgo empezaban a entonar 'La Marsellesa'. Lukaku tuvo una opción de cabeza, pero no llegó a conectar, Courtois detuvo un disparo raso a Griezmann y Tolisso tuvo el 2-0 en el descuento. Pero ya poco importaba, porque los 'bleus' estarán en la final de Moscú.
lunes, 9 de julio de 2018
Mbappé, ausente en último entrenamiento de Francia antes de semifinales
El delantero francés Kylian Mbappé estuvo ausente en el entrenamiento de los ‘Bleus’ este lunes, el último antes de la semifinal mundialista contra Bélgica el martes en San Petersburgo, mientras que el mediocentro N'Golo Kanté y el lateral Benjamin Pavard se ejercitaron al margen de sus compañeros.
Pese a ello, el seleccionador francés Didier Deschamps, que aseguró que esos jugadores no se entrenarían con sus compañeros "por precaución", cuenta con los tres para el encuentro del martes contra los ‘Diablos Rojos’.
También puedes leer:
"No hay bajas", dijo el seleccionador en conferencia de prensa justo antes del entrenamiento oficial, cuyo primer cuarto de hora estuvo abierto a la prensa como es habitual. "Todo el mundo debería estar operativo mañana", añadió.
Mientras que 17 jugadores de campo y los tres porteros calentaban, Kanté y Pavard se quedaron en compañía de un preparador físico, trotando alrededor del terreno de juego.
Pavard recibió un golpe de Luis Suárez durante el partido de cuartos de final contra Uruguay el pasado viernes en Nizhni Nóvgorod (2-0). "Aún lo siento hoy (domingo), pero todo va bien", declaró el joven defensa en conferencia de prensa.
Te puede interesar:
"Soy un guerrero, sudo la camiseta y estoy apto, dispuesto a ir al combate", añadió.
Pese a ello, el seleccionador francés Didier Deschamps, que aseguró que esos jugadores no se entrenarían con sus compañeros "por precaución", cuenta con los tres para el encuentro del martes contra los ‘Diablos Rojos’.
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"No hay bajas", dijo el seleccionador en conferencia de prensa justo antes del entrenamiento oficial, cuyo primer cuarto de hora estuvo abierto a la prensa como es habitual. "Todo el mundo debería estar operativo mañana", añadió.
Mientras que 17 jugadores de campo y los tres porteros calentaban, Kanté y Pavard se quedaron en compañía de un preparador físico, trotando alrededor del terreno de juego.
Pavard recibió un golpe de Luis Suárez durante el partido de cuartos de final contra Uruguay el pasado viernes en Nizhni Nóvgorod (2-0). "Aún lo siento hoy (domingo), pero todo va bien", declaró el joven defensa en conferencia de prensa.
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"Soy un guerrero, sudo la camiseta y estoy apto, dispuesto a ir al combate", añadió.
Giroud espera anotarle un gol a Courtois
El delantero francés Olivier Giroud, despreocupado por su falta de acierto en el Mundial de Rusia, reveló ayer que tiene “la intención de batir a Thibaut Courtois” mañana, en la primera semifinal del torneo.
El exjugador del Arsenal se reencontrará en San Petersburgo con su ahora compañero en el Chelsea, al que consiguió marcar en el pasado en algún derbi londinense. Por esta razón, en una rueda de prensa celebrada ayer en Istra, Olivier Giroud confesó que tiene “la intención de volver a hacerlo este martes”. “Espero que llegue mi turno para hacer gol”, dijo.
Pese a no haberse estrenado como realizador en Rusia, Giroud se mostró satisfecho con su aportación a la escuadra ‘bleu’.
“Estoy tratando de hacerles huecos a mis socios y jugar para ellos. No he marcado gol, pero estoy involucrado en tres tantos del equipo así que no estoy frustrado, aunque sí espero que llegue mi turno de sacudir las redes”, confesó.
El atacante galo reparó, sin embargo, en la dificultad que entraña superar a Thibaut Courtois, al que conoce de la Premier League, como rival y como compañero. “Es un baluarte. Está muy bien y además tiene una buena defensa por delante de él. Confío, sin embargo, en que dejarán algún hueco por el que entrar. Estoy seguro de que vamos a romper este muro”, dijo.
Giroud alabó a los belgas por su buen juego e intuyó “que será un partido abierto, bonito de ver para el aficionado y una batalla táctica” entre jugadores y técnicos. EF
El exjugador del Arsenal se reencontrará en San Petersburgo con su ahora compañero en el Chelsea, al que consiguió marcar en el pasado en algún derbi londinense. Por esta razón, en una rueda de prensa celebrada ayer en Istra, Olivier Giroud confesó que tiene “la intención de volver a hacerlo este martes”. “Espero que llegue mi turno para hacer gol”, dijo.
Pese a no haberse estrenado como realizador en Rusia, Giroud se mostró satisfecho con su aportación a la escuadra ‘bleu’.
“Estoy tratando de hacerles huecos a mis socios y jugar para ellos. No he marcado gol, pero estoy involucrado en tres tantos del equipo así que no estoy frustrado, aunque sí espero que llegue mi turno de sacudir las redes”, confesó.
El atacante galo reparó, sin embargo, en la dificultad que entraña superar a Thibaut Courtois, al que conoce de la Premier League, como rival y como compañero. “Es un baluarte. Está muy bien y además tiene una buena defensa por delante de él. Confío, sin embargo, en que dejarán algún hueco por el que entrar. Estoy seguro de que vamos a romper este muro”, dijo.
Giroud alabó a los belgas por su buen juego e intuyó “que será un partido abierto, bonito de ver para el aficionado y una batalla táctica” entre jugadores y técnicos. EF
Benjamin Pavard asegura que no temen a nadie
El lateral francés Benjamin Pavard aseguró ayer que los internacionales ‘bleus’ no temen “a nadie” después de haber eliminado a la Argentina de Leo Messi y a la Uruguay de Luis Suárez en su camino hacia las semifinales del Mundial de Rusia 2018.
En una rueda de prensa celebrada en la localidad de Istra, a 48 horas del encuentro que mañana les medirá en San Petersburgo con la escuadra de Bélgica en la primera semifinal, Benjamin Pavard afirmó que se enfrentan a “un gran equipo”, aunque también apuntó que “no” temen a nadie.
“Ya jugamos contra Messi y contra Suárez. Trabajaremos bien para tratar de bloquearles”, dijo en alusión al duelo ante los Diablos Rojos, para el que se declaró “disponible” pese a los “golpes recibidos ante la selección uruguaya”.
“Terminé jugando con una pierna, pero soy un guerrero”, bromeó. A sus 22 años, asentado como titular en el lateral derecho, Benjamin Pavard se ha convertido en uno de los favoritos de la afición francesa y en un jugador clave para el técnico Didier Deschamps. Con él en el campo, de hecho, la escuadra ‘bleu’ permanece invicta y así confía en mantenerse tras las semifinales.
“Creo que todavía no soy consciente de todo lo que me está pasando. Estoy en mi burbuja, pero solo pienso en trabajar y en ganar este Campeonato del Mundo”, comentó el jugador del Sttutgart.
Pavard consideró que el “partido ante la selección belga va a ser complicado”, porque el cuadro que dirige el español Roberto Martínez ha tomado en este torneo “un gran impulso”, pero destacó que Francia cuenta “con un grupo excepcional”.
Son, no obstante, los vigentes subcampeones de Europa y bajo la tutela de Didier Deschamps se están mostrando como uno de los bloques más sólidos en Rusia.
Preguntado por la falta de gol del delantero Olivier Giroud, Benjamin Pavard subrayó que es “un gran jugador”, que “ama a Francia” y que siempre “suda la camiseta”.
También remarcó la influencia del portero Hugo Lloris, al que consideró “un portero excepcional y un líder dentro y fuera del campo”. “Nosotros nunca lo hemos dudado porque nos ha demostrado a todos que es un gran guardameta”, sentenció el lateral.
En una rueda de prensa celebrada en la localidad de Istra, a 48 horas del encuentro que mañana les medirá en San Petersburgo con la escuadra de Bélgica en la primera semifinal, Benjamin Pavard afirmó que se enfrentan a “un gran equipo”, aunque también apuntó que “no” temen a nadie.
“Ya jugamos contra Messi y contra Suárez. Trabajaremos bien para tratar de bloquearles”, dijo en alusión al duelo ante los Diablos Rojos, para el que se declaró “disponible” pese a los “golpes recibidos ante la selección uruguaya”.
“Terminé jugando con una pierna, pero soy un guerrero”, bromeó. A sus 22 años, asentado como titular en el lateral derecho, Benjamin Pavard se ha convertido en uno de los favoritos de la afición francesa y en un jugador clave para el técnico Didier Deschamps. Con él en el campo, de hecho, la escuadra ‘bleu’ permanece invicta y así confía en mantenerse tras las semifinales.
“Creo que todavía no soy consciente de todo lo que me está pasando. Estoy en mi burbuja, pero solo pienso en trabajar y en ganar este Campeonato del Mundo”, comentó el jugador del Sttutgart.
Pavard consideró que el “partido ante la selección belga va a ser complicado”, porque el cuadro que dirige el español Roberto Martínez ha tomado en este torneo “un gran impulso”, pero destacó que Francia cuenta “con un grupo excepcional”.
Son, no obstante, los vigentes subcampeones de Europa y bajo la tutela de Didier Deschamps se están mostrando como uno de los bloques más sólidos en Rusia.
Preguntado por la falta de gol del delantero Olivier Giroud, Benjamin Pavard subrayó que es “un gran jugador”, que “ama a Francia” y que siempre “suda la camiseta”.
También remarcó la influencia del portero Hugo Lloris, al que consideró “un portero excepcional y un líder dentro y fuera del campo”. “Nosotros nunca lo hemos dudado porque nos ha demostrado a todos que es un gran guardameta”, sentenció el lateral.
domingo, 8 de julio de 2018
Según Didier Deschamps Francia, con tiempo para crecer
La selección de Francia ya mandó a casa a dos excampeones del mundo en las fases de eliminación directa, pero todavía tiene mucho que mejorar, de acuerdo al entrenador Didier Deschamps, quien ya piensa en la semifinal del martes con Bélgica. Después de una primera fase en la que ganó su zona pero no convenció con su desempeño, Francia derrotó 4-3 a Argentina en octavos de final y 2-0 a Uruguay en cuartos con dos sólidas actuaciones para meterse entre los cuatro mejores del mundo.
Un equipo que fue de menos a más. "Tuvimos una primera ronda complicada, efectiva, pero sin ser brillante.
Pero desde el partido contra Argentina hemos crecido", dijo el técnico de Francia. "Fuimos el mejor equipo contra Uruguay, pero todavía hay algunas imperfecciones. Tenemos mucho más potencial". Deschamps dijo estar muy contento por el hecho de que su plantel "mostró madurez". Con una edad promedio de 26 años, Francia entró en la Copa del Mundo en Rusia con la segunda escuadra más joven entre las participantes.
"Tengo un equipo joven que está mostrando cada vez más resolución. Se puede ver que su estado de ánimo es positivo y ha habido un gran progreso", dijo el entrenador.
Una historia que podría repetirse. Avanzar a semifinales permite a Deschamps, quien durante la fase de grupos se convirtió en el DT de Francia con más tiempo en el cargo, seguir en el camino para emular el éxito alcanzado como jugador, cuando fue campeón del mundo con Francia en 1998. El elenco europeo venía de ser eliminado en los cuartos de final del Mundial 2014 y en la definición de la Eurocopa que jugó como local hace dos años. "Me gusta alcanzar metas, pero no lo veo desde un punto de vista personal. Mi orgullo está en mi equipo y en mi cuerpo técnico", destacó antes del choque del martes con Bélgica, que en cuartos dio el golpe al eliminar al pentacampeón del mundo Brasil.
Un equipo que fue de menos a más. "Tuvimos una primera ronda complicada, efectiva, pero sin ser brillante.
Pero desde el partido contra Argentina hemos crecido", dijo el técnico de Francia. "Fuimos el mejor equipo contra Uruguay, pero todavía hay algunas imperfecciones. Tenemos mucho más potencial". Deschamps dijo estar muy contento por el hecho de que su plantel "mostró madurez". Con una edad promedio de 26 años, Francia entró en la Copa del Mundo en Rusia con la segunda escuadra más joven entre las participantes.
"Tengo un equipo joven que está mostrando cada vez más resolución. Se puede ver que su estado de ánimo es positivo y ha habido un gran progreso", dijo el entrenador.
Una historia que podría repetirse. Avanzar a semifinales permite a Deschamps, quien durante la fase de grupos se convirtió en el DT de Francia con más tiempo en el cargo, seguir en el camino para emular el éxito alcanzado como jugador, cuando fue campeón del mundo con Francia en 1998. El elenco europeo venía de ser eliminado en los cuartos de final del Mundial 2014 y en la definición de la Eurocopa que jugó como local hace dos años. "Me gusta alcanzar metas, pero no lo veo desde un punto de vista personal. Mi orgullo está en mi equipo y en mi cuerpo técnico", destacó antes del choque del martes con Bélgica, que en cuartos dio el golpe al eliminar al pentacampeón del mundo Brasil.
Gianluigi Buffon deja la “Juve” por el fútbol francés
El París SG hizo oficial la llegada del emblemático arquero italiano Gianluigi Buffon, a través de un comunicado y de un anuncio en la red social Twitter.
Buffon, de 40 años, que se une al club parisino como jugador libre luego de finalizar su contrato con la Juventus de Turín, se comprometió con el PSG por un año, más otro opcional, precisó el club galo.
“Me produce una gran felicidad unirme al París SG”, reaccionó Buffon tras estampar su firma.
Francia se recupera para afrontar semifinales
Los jugadores franceses que fueron suplentes en el triunfo (2-0) ante la selección uruguaya en los cuartos de final del Mundial de Rusia regresaron ayer a los entrenamientos en su sede de Istra, en una sesión sin los titulares y sin el lesionado Benjamin Mendy.
La baja del lateral galo, que se recupera de una dolencia muscular en el muslo derecho, redujo a once el número de jugadores que se ejercitaron en el estadio de Glebovets, lugar de entrenamiento habitual de la escuadra ‘bleu’ durante su estancia en Istra, una localidad próxima a Moscú.
El técnico Didier Deschamps supervisó una sesión con nueve jugadores de campo (Steven Nzonzi, Blaise Matuidi, Adil Rami, Thomas Lemar, Presnel Kimpembe, Nabil Fekir, Djibril Sidibe, Ousmane Dembele y Florian Thauvin, suplentes todos ellos en el duelo de cuartos de final) y dos porteros (Steve Mandanda y Alphonse Areola) en un clima distendido y optimista, por el buen momento del equipo.
El guardameta Hugo Lloris, los defensas Benjamin Pavard, Raphael Varane, Samuel Umtiti y Lucas Hernández, los centrocampistas N’Golo Kanté, Paul Pogba y Corentin Tolisso y los atacantes Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y Olivier Giroud hicieron trabajo de recuperación en el gimnasio tras su titularidad en Nizhny Novgorod ante el cuadro charrúa.
El lateral Benjamin Mendy no trabajó con los suplentes, ya que sigue el proceso de recuperación de una lesión en el muslo derecho.
Solo ha participado de 40 minutos en el torneo, en el tercer partido de la fase de grupos ante la selección de Dinamarca.
El pasado 27 de junio, en octavos de final ante Argentina sufrió un pinchazo y no reapareció aún.
EFE
La baja del lateral galo, que se recupera de una dolencia muscular en el muslo derecho, redujo a once el número de jugadores que se ejercitaron en el estadio de Glebovets, lugar de entrenamiento habitual de la escuadra ‘bleu’ durante su estancia en Istra, una localidad próxima a Moscú.
El técnico Didier Deschamps supervisó una sesión con nueve jugadores de campo (Steven Nzonzi, Blaise Matuidi, Adil Rami, Thomas Lemar, Presnel Kimpembe, Nabil Fekir, Djibril Sidibe, Ousmane Dembele y Florian Thauvin, suplentes todos ellos en el duelo de cuartos de final) y dos porteros (Steve Mandanda y Alphonse Areola) en un clima distendido y optimista, por el buen momento del equipo.
El guardameta Hugo Lloris, los defensas Benjamin Pavard, Raphael Varane, Samuel Umtiti y Lucas Hernández, los centrocampistas N’Golo Kanté, Paul Pogba y Corentin Tolisso y los atacantes Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y Olivier Giroud hicieron trabajo de recuperación en el gimnasio tras su titularidad en Nizhny Novgorod ante el cuadro charrúa.
El lateral Benjamin Mendy no trabajó con los suplentes, ya que sigue el proceso de recuperación de una lesión en el muslo derecho.
Solo ha participado de 40 minutos en el torneo, en el tercer partido de la fase de grupos ante la selección de Dinamarca.
El pasado 27 de junio, en octavos de final ante Argentina sufrió un pinchazo y no reapareció aún.
EFE
sábado, 7 de julio de 2018
Francia se disfraza de Uruguay y avanza a semifinales
Francia se puso el traje de Uruguay y le atizó con su misma medicina, fútbol rocoso y duro, para ganar 0-2, con goles de Raphael Varane y de Antoine Griezmann, con los que alcanzó las semifinales del Mundial de Rusia.
Durante toda la semana se debatió si Griezmann, amante de la cultura charrúa, era medio uruguayo o francés. Luis Suárez sentenció que era galo, que no tenía nada que ver con su país, y esas declaraciones se volvieron contra él con una “bofetada” a su equipo.
En los 90 minutos que duró el duelo, no sólo Griezmann fue medio uruguayo, lo fue toda la selección francesa, que practicó un fútbol muy charrúa para acabar con el equipo de Tabárez. Trabó el partido constantemente, marcó un gol de balón parado, otro de casualidad y consiguió su objetivo: pasar a la penúltima ronda del Mundial.
Pero Uruguay no tiene nada que ver. Es todo lo contrario. Sabe perfectamente lo que hace. Su sistema está muy bien definido, casi se puede recitar la alineación de memoria y todos los jugadores, sin excepción, son unos perros de presa. Y, todos, sin dejar ni un sólo espacio, se agrupan en torno a su portero, Fernando Muslera.
Mbappé se quedó sin el terreno con el que luce su zancada. Uruguay, no cedió nada al delantero del París Saint-Germain y durante la primera parte, Mbappé apenas dejó algún arranque que enseguida fue frenado con las ayudas que se prestaban todos los jugadores charrúas.
Sin embargo, otra de las grandes cualidades de Uruguay, la definición de su dupla Luis Suárez-Cavani, se quedó coja. Sin el segundo, lesionado, el equipo de Óscar Tabárez perdió ese último detalle en ataque que siempre marca la diferencia. Christian Stuani, su sustituto, es un jugador correcto. Pero no es Cavani.
Antes del gol de Varane, el cuadro sólo tuvo una ocasión en la cabeza de Mbappé, que no acertó tras un centro de Olivier Giroud. No hubo más acercamientos del combinado de Deschamps, que, paradojas de la vida, se adelantó en el marcador antes del descanso a través del método preferido de Uruguay: a balón parado.
A cinco minutos para el final de los 45 primeros minutos, Antoine Griezmann, desaparecido hasta ese instante, sacó una falta desde la banda derecha medida a la cabeza de Varane. Muslera no pudo salvar su remate y en el marcador lució un 0-1 efectivo. Unos pelearon hasta la extenuación sin premio y los otros lo encontraron entre la garra uruguaya.
Sin más, se llegó al descanso. Todo estaba por decidir, pero Francia se frotaba las manos. Uruguay tenía que adelantar sus líneas para ir a por el empate y se dibujaba una futura autopista para el lucimiento de Mbappé.
Entonces, justo cuando Tabárez metió más electricidad al lance con dos sustituciones (el “Cebolla” Rodríguez y Maxi Gómez por Stuani y Bentancur), llegó la jugada desgraciada de la tarde: Griezmann disparó desde fuera del área a las manos de Muslera y el portero charrúa despejó la pelota hacia dentro.
Durante toda la semana se debatió si Griezmann, amante de la cultura charrúa, era medio uruguayo o francés. Luis Suárez sentenció que era galo, que no tenía nada que ver con su país, y esas declaraciones se volvieron contra él con una “bofetada” a su equipo.
En los 90 minutos que duró el duelo, no sólo Griezmann fue medio uruguayo, lo fue toda la selección francesa, que practicó un fútbol muy charrúa para acabar con el equipo de Tabárez. Trabó el partido constantemente, marcó un gol de balón parado, otro de casualidad y consiguió su objetivo: pasar a la penúltima ronda del Mundial.
Pero Uruguay no tiene nada que ver. Es todo lo contrario. Sabe perfectamente lo que hace. Su sistema está muy bien definido, casi se puede recitar la alineación de memoria y todos los jugadores, sin excepción, son unos perros de presa. Y, todos, sin dejar ni un sólo espacio, se agrupan en torno a su portero, Fernando Muslera.
Mbappé se quedó sin el terreno con el que luce su zancada. Uruguay, no cedió nada al delantero del París Saint-Germain y durante la primera parte, Mbappé apenas dejó algún arranque que enseguida fue frenado con las ayudas que se prestaban todos los jugadores charrúas.
Sin embargo, otra de las grandes cualidades de Uruguay, la definición de su dupla Luis Suárez-Cavani, se quedó coja. Sin el segundo, lesionado, el equipo de Óscar Tabárez perdió ese último detalle en ataque que siempre marca la diferencia. Christian Stuani, su sustituto, es un jugador correcto. Pero no es Cavani.
Antes del gol de Varane, el cuadro sólo tuvo una ocasión en la cabeza de Mbappé, que no acertó tras un centro de Olivier Giroud. No hubo más acercamientos del combinado de Deschamps, que, paradojas de la vida, se adelantó en el marcador antes del descanso a través del método preferido de Uruguay: a balón parado.
A cinco minutos para el final de los 45 primeros minutos, Antoine Griezmann, desaparecido hasta ese instante, sacó una falta desde la banda derecha medida a la cabeza de Varane. Muslera no pudo salvar su remate y en el marcador lució un 0-1 efectivo. Unos pelearon hasta la extenuación sin premio y los otros lo encontraron entre la garra uruguaya.
Sin más, se llegó al descanso. Todo estaba por decidir, pero Francia se frotaba las manos. Uruguay tenía que adelantar sus líneas para ir a por el empate y se dibujaba una futura autopista para el lucimiento de Mbappé.
Entonces, justo cuando Tabárez metió más electricidad al lance con dos sustituciones (el “Cebolla” Rodríguez y Maxi Gómez por Stuani y Bentancur), llegó la jugada desgraciada de la tarde: Griezmann disparó desde fuera del área a las manos de Muslera y el portero charrúa despejó la pelota hacia dentro.
jueves, 5 de julio de 2018
"Basta ya", Abidal responde con una foto a 'irregularidades' en su trasplante de hígado
El exfutbolista francés Éric Abidal publicó hoy una fotografía suya en la cama de un hospital junto a su primo Gérard, que le donó parte de su hígado, en respuesta a las acusaciones de un posible trasplante ilegal en 2012.
"Con la publicación de esta imagen quiero pedir respeto hacia mi primo Gerard y defender su honorabilidad (...) ¡Basta ya!", escribió el actual director deportivo del FC Barcelona en Twitter junto a la fotografía.
En otro tuit el miércoles por la noche, el exdefensa del Barça y de la selección de Francia desmintió cualquier irregularidad durante el trasplante que se le practicó en abril de 2012 en el hospital Clínic de Barcelona para tratarlo de un cáncer de hígado.
"Los procedimientos y protocolos existentes fueron respetados en todo momento y toda la documentación médica que lo prueba está disponible", dijo.
El diario digital El Confidencial afirmó el miércoles que las escuchas telefónicas al antiguo presidente del Barça Sandro Rosell, en prisión preventiva por un caso de blanqueo de dinero, insinuaban que el club adquirió ilegalmente un hígado para su exjugador.
Contactado por la AFP el miércoles, un tribunal de Barcelona indicó que se investigó el caso durante un año por posible tráfico de órganos, pero terminó archivándose por falta de pruebas.
"No se puede acreditar, no se encuentra ninguna prueba, ningún indicio que permita sostener la acusación contra nadie", aseguró una portavoz judicial.
El FC Barcelona y el hospital Clínic desmintieron también cualquier irregularidad.
Por su parte, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), dependiente del ministerio de Sanidad, abrió una investigación del caso aunque aseguró que, según las informaciones a su disposición, el proceso se hizo de acorde "con la legislación vigente y los protocolos clínicos habituales".
"Con la publicación de esta imagen quiero pedir respeto hacia mi primo Gerard y defender su honorabilidad (...) ¡Basta ya!", escribió el actual director deportivo del FC Barcelona en Twitter junto a la fotografía.
En otro tuit el miércoles por la noche, el exdefensa del Barça y de la selección de Francia desmintió cualquier irregularidad durante el trasplante que se le practicó en abril de 2012 en el hospital Clínic de Barcelona para tratarlo de un cáncer de hígado.
"Los procedimientos y protocolos existentes fueron respetados en todo momento y toda la documentación médica que lo prueba está disponible", dijo.
El diario digital El Confidencial afirmó el miércoles que las escuchas telefónicas al antiguo presidente del Barça Sandro Rosell, en prisión preventiva por un caso de blanqueo de dinero, insinuaban que el club adquirió ilegalmente un hígado para su exjugador.
Contactado por la AFP el miércoles, un tribunal de Barcelona indicó que se investigó el caso durante un año por posible tráfico de órganos, pero terminó archivándose por falta de pruebas.
"No se puede acreditar, no se encuentra ninguna prueba, ningún indicio que permita sostener la acusación contra nadie", aseguró una portavoz judicial.
El FC Barcelona y el hospital Clínic desmintieron también cualquier irregularidad.
Por su parte, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), dependiente del ministerio de Sanidad, abrió una investigación del caso aunque aseguró que, según las informaciones a su disposición, el proceso se hizo de acorde "con la legislación vigente y los protocolos clínicos habituales".
Matuidi: “Edi es un gran delantero”
Blaise Matuidi, centrocampista del Juventus, señaló que no da por descartado a su excompañero en el París Saint Germain, Edinson Cavani, para el partido de cuartos de final del Mundial entre Uruguay y Francia, ya que “hará todo lo posible para estar”.
“Uruguay no es lo mismo con él o sin él. Edi es un gran delantero, uno de los mejores del mundo, conocemos sus cualidades. Será difícil de reemplazar”, aseveró Matuidi, quien opinó que Uruguay “no cambiará demasiado su forma de jugar, seguirá siendo un equipo muy competitivo”.
Pese a ello, consideró que Francia es capaz de “poner a cualquier equipo en dificultades gracias al talento” de sus jugadores. EFE
“Uruguay no es lo mismo con él o sin él. Edi es un gran delantero, uno de los mejores del mundo, conocemos sus cualidades. Será difícil de reemplazar”, aseveró Matuidi, quien opinó que Uruguay “no cambiará demasiado su forma de jugar, seguirá siendo un equipo muy competitivo”.
Pese a ello, consideró que Francia es capaz de “poner a cualquier equipo en dificultades gracias al talento” de sus jugadores. EFE
Rami: “Habrá que estar preparados para sufrir”
El defensa central Adil Rami subrayó la fortaleza defensiva de Uruguay, contra el que buscará las semifinales de Francia 2018, en el encuentro de mañana en Nizhni Novgorod.
El zaguero del Olympique Marsella tiene asumido que Francia tendrá que sufrir ante el conjunto sudamericano.
“No va a ser nada fácil el partido contra Uruguay, que tiene una de las mejores defensas del torneo, con jugadores experimentados y con talento. Solo hay una cosa segura, que habrá que estar preparados para sufrir”, añadió desde la sede de concentración en Istra.
“El partido será complicado y difícil hasta el final. Tiene a dos delanteros que son de los mejores del mundo, con Luis Suárez y Edinson Cavani. Aunque nosotros tenemos a Samuel Umtiti y Raphael Varane, que les conocen bien. También cuenta con varios jugadores del Atlético Madrid aunque no con el más importante de ese club, Antoine Griezmann”, resumió Rami.
“Creo que puedo decir que estamos bien y que hemos respondido ante rivales duros desde el principio del Mundial. El choque contra Argentina, por ejemplo, estuvo bastante abierto. No nos dejó hacer nuestro fútbol. Nunca es fácil enfrentarte a rivales que nos esperan de esa manera”, advirtió el zaguero de la selección de Francia.
El jugador del Olympique Marsella destacó la buena conjunción entre jóvenes y veteranos que ha logrado Didier Deschamps. “Soy de los más veteranos en este equipo que es el más joven del torneo. No hay diferencias entre nosotros. El seleccionador tomó la decisión correcta al hacer la convocatoria”, señaló. EFE
El zaguero del Olympique Marsella tiene asumido que Francia tendrá que sufrir ante el conjunto sudamericano.
“No va a ser nada fácil el partido contra Uruguay, que tiene una de las mejores defensas del torneo, con jugadores experimentados y con talento. Solo hay una cosa segura, que habrá que estar preparados para sufrir”, añadió desde la sede de concentración en Istra.
“El partido será complicado y difícil hasta el final. Tiene a dos delanteros que son de los mejores del mundo, con Luis Suárez y Edinson Cavani. Aunque nosotros tenemos a Samuel Umtiti y Raphael Varane, que les conocen bien. También cuenta con varios jugadores del Atlético Madrid aunque no con el más importante de ese club, Antoine Griezmann”, resumió Rami.
“Creo que puedo decir que estamos bien y que hemos respondido ante rivales duros desde el principio del Mundial. El choque contra Argentina, por ejemplo, estuvo bastante abierto. No nos dejó hacer nuestro fútbol. Nunca es fácil enfrentarte a rivales que nos esperan de esa manera”, advirtió el zaguero de la selección de Francia.
El jugador del Olympique Marsella destacó la buena conjunción entre jóvenes y veteranos que ha logrado Didier Deschamps. “Soy de los más veteranos en este equipo que es el más joven del torneo. No hay diferencias entre nosotros. El seleccionador tomó la decisión correcta al hacer la convocatoria”, señaló. EFE
Griezmann, el Bleu más celeste
No puede pasar sin su mate, tiene un castellano perfecto y el padrino de su hija no es otro que el capitán de Uruguay, Diego Godín. ¿Nos referimos a un jugador de la Celeste? No: a Antoine Griezmann. El delantero de los Bleus habla con FIFA de su próximo adversario en la ronda de cuartos, que supondrá para él un choque deportivo y emocional a la vez, puesto que lo admite sin rodeos: “Uruguay es mi segundo país”.
Unas horas después de clasificarse para cuartos de final contra Argentina (4-3), el ariete francés volvió a vibrar con la victoria de los Charrúas sobre Portugal. “Me ha emocionado mucho su clasificación, es una nación y un pueblo que a mí me encantan”, explica.
“Tengo muchos amigos allá, va a ser estupendo jugar este partido y un momento muy intenso en el aspecto emotivo”, dice, ya entusiasmado, el futbolista, que cree tener él mismo “un estilo de juego uruguayo, un poco como Cavani”.
Su idilio con este pequeño país de tres millones de habitantes empezó en la Real Sociedad. Su entrenador de entonces, Martín Lasarte, apostó por él en la élite, y su compañero Carlos Bueno, uruguayo y ex del París Saint-Germain, ejerció de mentor suyo. Fue él quien lo inició en el mate, bebida que Grizou siempre lleva ahora consigo en cualquier viaje, e hizo que se enamorase de su antiguo club, el Peñarol. El internacional francés no se pierde ningún partido de los aurinegros, y conoce todos los cánticos de las gradas.
“Siempre ha habido al menos uno o dos uruguayos en mis clubes”, explica Griezmann, nacido en la pequeña ciudad de Mâcon hace 27 años y que se codeó con Diego Ifrán en la Real Sociedad, para luego conocer a Christian Rodríguez, ‘el Cebolla’, cuando fichó por el Atlético de Madrid.
La historia continúa actualmente en el cuadro colchonero, donde comparte vestuario con José Giménez y Diego Godín desde 2014. “Diego es un gran amigo. Estoy siempre con él, dentro y fuera de la cancha. Y por eso es el padrino de mi hija. Fue él quien me animó a fichar por este club”, confiesa Griezmann, de quien Godín dice que “le gusta lo que somos, nuestras costumbres, nuestra música, ¡y bebe más mate que yo!”.
Al margen del aspecto sentimental, el artillero aprecia especialmente el estilo de los campeones de la primera edición de la Copa Mundial de la FIFA™, la de 1930. “El juego y el estado de ánimo son muy parecidos a los de mi club: mucha solidez atrás y a por todas arriba. En mi opinión, Edinson Cavani es el mejor delantero. Trabaja por el equipo, se ofrece diez mil veces dentro del campo y se entrega siempre al máximo. Y dentro del área solo necesita uno o dos toques para disparar”.
Uruguay, que ha sido pues, el hilo conductor de la carrera de Antoine Griezmann, volverá a cruzarse con él, aunque esta vez como adversario. Y ahora deberá blindarse ante todos los sentimientos que le suscita para poder alcanzar las semifinales.
Unas horas después de clasificarse para cuartos de final contra Argentina (4-3), el ariete francés volvió a vibrar con la victoria de los Charrúas sobre Portugal. “Me ha emocionado mucho su clasificación, es una nación y un pueblo que a mí me encantan”, explica.
“Tengo muchos amigos allá, va a ser estupendo jugar este partido y un momento muy intenso en el aspecto emotivo”, dice, ya entusiasmado, el futbolista, que cree tener él mismo “un estilo de juego uruguayo, un poco como Cavani”.
Su idilio con este pequeño país de tres millones de habitantes empezó en la Real Sociedad. Su entrenador de entonces, Martín Lasarte, apostó por él en la élite, y su compañero Carlos Bueno, uruguayo y ex del París Saint-Germain, ejerció de mentor suyo. Fue él quien lo inició en el mate, bebida que Grizou siempre lleva ahora consigo en cualquier viaje, e hizo que se enamorase de su antiguo club, el Peñarol. El internacional francés no se pierde ningún partido de los aurinegros, y conoce todos los cánticos de las gradas.
“Siempre ha habido al menos uno o dos uruguayos en mis clubes”, explica Griezmann, nacido en la pequeña ciudad de Mâcon hace 27 años y que se codeó con Diego Ifrán en la Real Sociedad, para luego conocer a Christian Rodríguez, ‘el Cebolla’, cuando fichó por el Atlético de Madrid.
La historia continúa actualmente en el cuadro colchonero, donde comparte vestuario con José Giménez y Diego Godín desde 2014. “Diego es un gran amigo. Estoy siempre con él, dentro y fuera de la cancha. Y por eso es el padrino de mi hija. Fue él quien me animó a fichar por este club”, confiesa Griezmann, de quien Godín dice que “le gusta lo que somos, nuestras costumbres, nuestra música, ¡y bebe más mate que yo!”.
Al margen del aspecto sentimental, el artillero aprecia especialmente el estilo de los campeones de la primera edición de la Copa Mundial de la FIFA™, la de 1930. “El juego y el estado de ánimo son muy parecidos a los de mi club: mucha solidez atrás y a por todas arriba. En mi opinión, Edinson Cavani es el mejor delantero. Trabaja por el equipo, se ofrece diez mil veces dentro del campo y se entrega siempre al máximo. Y dentro del área solo necesita uno o dos toques para disparar”.
Uruguay, que ha sido pues, el hilo conductor de la carrera de Antoine Griezmann, volverá a cruzarse con él, aunque esta vez como adversario. Y ahora deberá blindarse ante todos los sentimientos que le suscita para poder alcanzar las semifinales.
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