La estrella fue Kylian Mbappé

Era el duelo entre Lionel Messi y Antoine Griezmann, dos estrellas consolidadas del planeta fútbol, pero el Francia-Argentina fue el partido de Kylian Mbappé, el primer menor de 20 años que marcó en la fase decisiva en un Mundial desde el brasileño Pelé.

El día que Messi se marchó por la puerta trasera de un cuarto Mundial, que Griezmann tuvo otra actuación gris en un segundo torneo, el debutante Mbappé emergió como una exhalación, tocado por el signo de los grandes.
El atacante del París Saint-Germain marcó un doblete decisivo en el 4-3 frente a la Albiceleste y reinó entre la constelación de figuras que había en la cancha, algo que le colocó en la órbita de jugadores que han marcado la historia del fútbol.
A sus 19 años y medio, volvió a demostrar que su eclosión no es ocasional y suma ya siete dianas con la camiseta azul que ha vestido solo en 19 partidos.
Ya había sido decisivo en el partido contra Perú, quizá el test más difícil que se había encontrado Francia en Rusia, resuelto con un tanto del atacante que les dio el pase matemático a octavos de final.
Frente a Argentina fue también letal. Provocó el penal que permitió a Griezmann abrir el marcador y cuando el partido aparecía equilibrado después de que Benjamin Pavard lo igualara, marcó la diferencia con dos tantos llenos de clase. /EFE