miércoles, 11 de julio de 2018

De Thuram a Umtiti, una defensa efectiva

en un duelo de grandes delanteros, la diferencia la marcó un defensor central. Ni Griezmann ni Giroud ni Mbappé, muchos menos Hazard, Lukaku y De Bruyne, el dueño del partido en San Petersburgo fue Samuel Umtiti, inmenso en las dos áreas en la primera semifinal de Rusia. Tanto se encargó de secar a un portento físico como Lukaku como de batir a un gigante como Courtois. No necesitó más la Francia de Didier Deschamps para pasar a Bélgica y colarse en su tercera final de un Mundial en los últimos 20 años (1998, 2006 y 2018).

No había tranquilidad en el cuerpo técnico de Deschamps antes del duelo ante Bélgica. Umtiti había vuelto a recaer de un dolor en la rodilla izquierda, un problema que arrastraba desde el final de la campaña pasada en el Barcelona.

Deschamps, sin embargo, antes del duelo ante Bélgica había intentado borrar cualquier tipo de especulación sobre el estado de forma de su zaguero: “La temporada ha sido dura para todos y las exigencias del Mundial son enormes, pero hoy tengo a los 23 jugadores a mi disposición”.

Y para enseñar que al menos Umtiti estaba bien de ánimo, Pogba subió un video en el que despertaba al azulgrana de una plácida siesta. Llegó sonriente el central del Barcelona a San Petersburgo. Sin auriculares como la mayoría de sus compañeros, saludó a su compatriota Thierry Henry (segundo entrenador de Roberto Martínez) antes de salir a testar el césped del Estadio Krestovski.

Si Bélgica tenía al tridente más goleador, Francia contaba con la defensa que menos dianas había encajado de los cuatro semifinalistas (cuatro) y Lloris era el portero al que menos le habían rematado (13) —ayer sumó tres más—, siempre bien protegido por la dupla Umtiti y Varane. Si el central de Madrid había abierto el camino en los cuartos ante Uruguay y Pavard había firmado un golazo para el 2-2 transitorio ante Argentina en los octavos, Umtiti quería su gol en la semifinal. Le ganó el duelo a una torre como Fellaini, para mandar el balón a la red. Fue su carta de presentación como goleador en un Mundial. La última vez que tres defensas franceses marcaron en una Copa del Mundo fue exactamente hace 20 años, en su casa. Entonces, los zagueros artilleros fueron Lizarazu, Blanc y Thuram.



DESCHAMPS, A POCO DE MARCAR HISTORIA

El entrenador de Francia, Didier Deschamps, puede convertirse este fin de semana en el tercer hombre de la historia en ganar el Campeonato del Mundo como técnico y también como jugador, en 1998 levantó la Copa en Francia, para eso tiene ganar la final de Rusia 2018 contra Inglaterra o Croacia.

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