viernes, 4 de julio de 2014

Francia vs. Alemania, clásico europeo que vale una semifinal



Francia y Alemania, dos campeonas del mundo, se enfrentarán hoy con el Maracaná como escenario, con la semifinal como premio y dos trayectorias encontradas: mientras los de Didier Deschamps respiran armonía, al conjunto de Joachim Löw le han surgido dudas.

El contencioso franco-alemán se extiende durante 25 partidos y más de 80 años. Es un clásico desde el 15 de marzo de 1931, cuando Francia se impuso por 1-0 en París, hasta el 6 de febrero de 2013, también en la capital francesa, victoria alemana (1-2).

Ahora, este duelo se traslada a Maracaná para honrar uno de los partidos más atractivos del Mundial; el aspirante que ha ido creciendo durante el torneo frente a un favorito que debe ratificar su condición. Porque el equipo de Didier Deschamps supo revertir lo que hace meses hubiese sido un pronóstico definido en su contra.

La goleada ante Ucrania en Saint Denis (3-0), no solo ratificó su presencia en Brasil, sino que exorcizó sus demonios. Desde entonces, ha completado ocho partidos invicto y en seis de ellos no encajó goles. Pero lo más importante es que se ha mostrado como un equipo unido, con un esquema claro, que cada vez se siente más fuerte.

Deschamps recurrió a su ascendente sobre unos jóvenes que admiran su trayectoria de campeón del mundo y le dio galones a Karim Benzema, quien en ausencia de Franck Ribery parece haber asumido la condición de líder. Cuatro años después del motín que acabó con Raymond Doménech, “les bleus” son una balsa de aceite.

Alemania empieza a caminar en sentido adverso. Lo que antes parecía claro se cuestiona, porque la victoria en la prórroga sobre Argelia (2-1) hizo daño a un equipo que galopaba en su condición de favorito. Joachim Löw ha tenido que defender a Phillip Lahm. O más concretamente, su posición de centrocampista, algo que considera “irrenunciable”.

Lahm, que ya con Pep Guardiola pasó al centro del campo desde el lateral derecho, ocupa la plaza que debía ser de Sami Khedira, pero un puesto menos en el centro del campo trastoca el dibujo alemán y envía a Mesut Özil a la banca. El flojo rendimiento alimenta el debate.

“Özil fue el mejor en 2010 (Mundial) y 2012 (Eurocopa), no puede olvidarse eso. No entiendo las críticas a Özil y Lahm. Yo tengo fe en mis jugadores”, dijo Low.

El técnico alemán ha recuperado a tiempo a Matt Hummels, ausente por un proceso gripal ante Argelia y ahora imprescindible, tras la grave lesión muscular del central del Sampdoria Shkochar Mustafi.

Además, podría dar entrada desde el inicio a Andre Schürrle, autor del primer gol en prórroga, en detrimento de Mario Götze. Deschamps también respira con la vuelta a Mamadou Shako al eje de la zaga y está pendiente de la evolución de Mathieu Debuchy, con molestias. En ataque, mientras, también baraja la opción del jugador de la Real Sociedad Antoine Griezmann, que fue el revulsivo e incontrolable volante ante Nigeria, en sustitución de Olivier Giroud.

Hace más de un año jugaron un amistoso en el Stade de France de París, en febrero de 2013, cuando los alemanes se impusieron por 2-1. “El equipo estaba en reconstrucción. Era un amistoso, ahora es un partido oficial. Si se mira el pasado, Alemania logró grandes cosas en los mundiales. Protege el balón”, aseguró el defensa francés Sakho.

El dato

Goleadores

Thomas Müller y Miroslav Klose van por los goles. El primero lleva cuatro y busca el trofeo de máximo artillero, el segundo quiere lograr su gol 16 en mundiales y ser goleador histórico.

Portero

Hugo Lloris, arquero del seleccionado francés, ha sido titular en los cuatro partidos disputados por su equipo en este Mundial y en tres terminó sin goles. Solo ante Suiza recibió dos.


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