Bielsa, una partida impensada

El Olympique de Marsella acusó ayer a su exentrenador, el argentino Marcelo Bielsa, de querer situar “sus intereses personales por encima de los del club”, un día después de que el técnico presentó su dimisión tras jugarse la primera jornada de la Liga francesa.

Lo cierto es que la renuncia dejó en crisis al club. No lo esperaban ni los dirigentes ni la plantilla y la afición quedó en estado de shock tras la salida del DT.

En un comunicado difundido a través de internet, la dirección del Marsella aseguró que hizo “todo lo posible” para tener “un entrenador a la altura de esa responsabilidad”.

“Pero el Marsella no puede, en ningún caso, ser prisionero de las exigencias de alguien que sitúa sus intereses personales muy por encima de los de la institución”, agregó el club.

Bielsa anunció el sábado, tras la derrota de su equipo contra el Caen en el primer partido liguero, que no seguía al frente del Marsella, al considerar que no se había respetado el compromiso verbal al que había llegado con el presidente, Vincent Labrune, para renovar su contrato hasta 2017.

El entrenador acusó al director general y al representante de la accionista principal, Margarita Louis-Dreiyfus, de haber modificado algunos puntos de ese contrato, lo que motivó que perdiera la confianza en la institución. En su respuesta, el Marsella aseguró que posee “valores únicos y una historia suficientemente rica como para rechazar someterse a la ley de un solo hombre”.

La principal accionista “y la dirección del club van a tomar en los próximos días todas las medidas necesarias para permitir al Marsella vivir una temporada a la altura de las esperanzas”, agregó.