Francia se anotó en la gran final de la Eurocopa 2016 tras vencer por 2-0 a Alemania en el estadio Vélodromo de Marsella. El conjunto galo sacó a relucir la garra de sus jugadores y contó con un inspirado Antonie Griezmann para liquidar al actual campeón del mundo para sellar su clasificación al partido que definirá al nuevo monarca del viejo continente, el domingo en Saint-Denis.
Los dirigidos por Didier Deschamps salieron decididos a golpear de entrada. Impusieron un ritmo frenético en los primeros minutos y casi abren el marcador de no ser por la intervención de Manuel Neuer, que tapó un remate de Griezmann cuando los aficionados locales estaban cantando el primero (5’). Francia tenía un buen comienzo, pero se fueron apagando con el paso de los minutos.
La Mannschaft tomó las riendas del compromiso desde la posesión del balón, pero nuevamente terminó lamentando su falta de definición de cara al arco, esta vez ese aspecto fue determinante para que se quedaran en puertas de una nueva final. Con Kroos y Enre Can como los organizadores, los germanos lograron poner contra las cuerdas a su rival, pero sin la suerte de marcar al menos un tanto.
El anfitrión, que se defendió bien y cerró todos los caminos hacia su portero Lloris, golpeó en el momento preciso. Una mano infantil de Shweinsteiger en el área fue cobrada por el italiano Rizzoli en el último suspiro de la primera mitad. Griezmann no falló desde los 12 pasos para decretar el 1-0 justo antes de irse a los vestuarios.
Liquidó la llave
El ritmo en la segunda parte no cambió. Era un partidazo, no porque intercambiaban ataques ni por las ocasiones, sino por la forma en la que ambos equipos decidieron jugar con una gran intensidad sobre el césped. Los germanos fueron acorralando cada vez más a los azules, pero en el momento menos esperado recibieron un segundo balde de agua fría.
Una falla en la salida entre Höwedes y Kimmich le permitió a Pogba robar la pelota, enganchó, amagó y logró sacar un centro al corazón del área para que Griezmann marcara el segundo tras el mal despeje del portero Neuer, colocando el 2-0 y liquidando la seria a su favor ante el delirio de los más de 60.000 aficionados que colmaron las tribunas del estadio en Marsella.
Volcados en la ofensiva de forma desesperada, los teutones tuvieron chances claras para descontar y soñar con la igualdad, pero se toparon con el bloque defensivo, que sacó todos los balones que llegaron al área. La más clara que tuvieron los alemanes fue un zurdazo de Kimmich que se estrelló en el palo.
Sin tiempo para más, el juez decretó el final, haciendo estallar de alegría a todo un país por conseguir la tan ansiada clasificación a la final en su torneo, donde deberá enfrentar a Portugal, que llega afilado tras la demostración de Cristiano Ronaldo ante Gales. Será una final inédita, que se disputará el domingo (15:00 hb) en el Stade de France.
No hay comentarios:
Publicar un comentario