Cruel suerte para un equipo que demostró capacidad para codearse con los grandes, que miró a los ojos a la subcampeona de Europa, lena de estrellas pero que como sucedió en su debut el pasado sábado contra Dinamarca, pagó cara su falta de puntería en una competición donde cada gesto tiene un precio.
Lamentarán hasta el llanto las ocasiones falladas de nuevo, sobre todo la que tuvo Guerrero a los 31 minutos en una buena jugada de Christian Cueva, detenida por el portero francés Hugo Lloris y la que estrelló en la cruceta en el 50' Pedro Aquino.
Lo intentó por todos lo medios, con la entrada de Farfán en el lugar de Yoshimar Yotun, a riesgo de debilitar el centro del campo, pero no lograron desarbolar a Francia, que mejoró su aspecto con respecto a su partido inicial contra Australia y que, sin mostrar un gran juego, se convierte en la primera gran nación entre los 16 mejores.
Didier Deschamps apostó por un equipo menos ofensivo para contrarrestar la fogosidad peruana y, con más espacios, su imagen mejoró, sin por ello dejar una gran huella.
A falta de que aparezca Antoine Greizmann, que no atraviesa un buen momento de forma, Francia encontró a un buen Paul Pogba, luchador y con fe, que estuvo en el origen del gol de Mbappé. De sus botas salió la jugada que, con fortuna por un rechace, dejó al atacante franco para marcar y darle la victoria a su equipo y entrar en un club restringido de anotadores con menos de 20 años, junto a nombres como Pelé, Tostao o Messi.
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