martes, 19 de septiembre de 2017

Siguen las repercusiones, Neymar y Cavani destapan todo un polvorín de “egos”



Los partidos del PSG reservan las jugadas más hermosas que puede ver un aficionado al fútbol.

También deparan escenas descarnadas de egolatría y mezquindad. Lo mejor y lo peor parecen la consecuencia de comprar de una tacada por 400 millones de euros a los dos futbolistas más brillantes surgidos en el último lustro, prometerles un liderazgo trascendental, y mezclarlos con una plantilla de estrellas consolidadas que se han ganado el derecho a sentirse importantes en el club.
Un episodio bochornoso que ensombreció el triunfo del club parisino (2-0) y que insinúa algo parecido a un desequilibrio ecológico. La clase de alteración capaz de destruir a los equipos más fuertes. El diario deportivo francés por excelencia, L’Equipe, abrió su edición de este lunes con un titular de alarma: Un éxito demasiado caro.
“Puede que haya algo artificial en el modo en que se ha construido este PSG”, reflexiona Vicente del Bosque; “pero las tensiones que se generan allí no son muy diferentes de las que te puedes encontrar en el vestuario del Linares o de cualquier equipo de regional. La solución es muy sencilla y todos los jugadores la saben: nunca van a triunfar individualmente si el equipo no funciona”.
“La tarea del entrenador es convencer a los futbolistas”, concluye el técnico. “Son importantes las pequeñas decisiones que vas tomando cada día. Pueden ser decisiones pequeñísimas pero tienen trascendencia y debes procurar ser justo en los detalles. El entrenador es el primer responsable de que los jugadores superen el egoísmo. Pero necesitas su colaboración. Si no entienden que en el fútbol debes ser un poco generoso, ya se lo puedes dar por escrito que no tiene solución. Si son unos insoportables y unos ególatras y no hay dios que los… ¡eso mal arreglo tiene!. Yo he tenido suerte con mis jugadores porque, en líneas generales, han sido tolerantes y majos. Los futbolistas profesionales suelen madurar mucho en temas de convivencia”.

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